La DEA tiene abundantes pruebas contra Santrich, como interceptaciones telefónicas de este hablando sobre negocios de droga, fotos y videos de reuniones de Santrich con emisarios del Cartel de Sinaloa, el testimonio de un agente infiltrado y hasta un cuadro que el guerrillero le envío a Caro Quintero como muestra de amistad.
L uego de conocerse los nexos del poderoso jefe de las Farc, Jesús Santrich, con el Cartel de Sinaloa, vale la pena recordar que los vínculos de los mafiosos colombianos con esa organización traficante mexicana vienen desde la época del extinto jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, quien trabajó en ese entonces con el joven Rafael Caro Quintero, ahora un veterano capo de capos del narcotráfico en el país centroamericano.
Fueron toneladas de coca que introdujo Escobar a Estados Unidos con el apoyo de Rafael Caro Quintero; el temible Ismael El Mayo Zambada; Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos (fallecido joven); y Miguel Ángel Félix Gallardo, el Jefe de Jefes. El muy respetado Escobar tenía a estos jovenes traficantes como socios trabajando con él, bajo sus condiciones. Al morir el capo de Medellín, los poderosos y violentos mexicanos tomaron el control del negocio y pusieron a los colombianos a trabajar para ellos. Conozca la vida de Caro Quintero AQUÍ.
La historia de los nexos mafiosos entre los colombianos y los mexicanos que inició Escobar, parece repetirse décadas después, ahora por cuenta de Santrich y Rafael Caro Quintero. El guerrillero colombiano guarda un profundo respeto por «Don Rafa», es su surtidor de coca, pero pone sus condiciones.
Introducir 10 toneladas de coca a EE.UU. no es fácil, por las dificultades logísticas y los controles aduaneros. Solo Escobar podía mandar esa cantidad a cada uno de sus socios mexicanos, lo mismo que el Cartel de Cali de los Rodríguez y compañía. Ahora lo hizo o lo iba a hacer Santrich, por eso, la comparación con Escobar.
Según la DEA estadounidense y la Fiscalía colombiana, Santrich logró el contacto con Caro Quintero gracias a la gestión de Armando Gómez, alias «El Actor» (padre de la virreina universal de la belleza Carolina Gómez, hombre cercano al Cartel de Cali de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela) y Fabio Simón Younes Arboleda, hermano de un famoso dirigente gremial petrolero.
La Fiscalía General de la Nación tiene horas y horas de grabaciones o interceptaciones entre Santrich y Marlon Marín, el sobrino de Iván Márquez, negociando 10 toneladas de cocaína con el cartel de Rafa Caro, alijo que cuesta en las calles de New York más de 320 millones de dólares.
En uno de los audios grabados el 18 de octubre de 2017, entre Marín y el asistente de Santrich, se habla sobre la llegada de los mexicanos que vendrían a Colombia para definir las condiciones del negocio: “Tengo que hablar bien con el ciego para llevarlos a hablar con él, ¿si me entiende?”, asegura el asistente de Santrich, quien después agrega: “Para que él simplemente les diga, todo tranquilo, todo bien, todo es con él, todos los negocios es con él y listo huevón”.
En otra grabación del 17 de noviembre de 2017 se oye a Marlon Marín conversando con un emisario mexicano de Rafa Caro. El estafeta manito le explica al narco colombiano, en lenguaje cifrado, que hay guerra por el negocio de la mafia entre su mencionado líder y los capos de los carteles de Michoacán, lo cual siempre implica riegos en los envíos de cargamentos.
–“Para que usted lo sepa, el ruco del aguacate de Michoa, él no la lleva con el duro de nosotros, para nada, porque él es de Sina y el otro es de Michoa”, aclara el mensajero mexicano.
–“Sí, sí, entiendo, entiendo”, responde Marín, quien habla en la charla de “televisores”, que según la DEA, es la coca.
El encuentro grabado de Santrich con los mexicanos
Hay un audio donde Marín le dice al asistente de Santrich que los mexicanos se va a ir porque están desesprados y no ha podido concretar el negocio: “No, marica, no me de esa mala noticia, huevón porque esta gente ya se va, huevón” . Entonces, Santrich pasa al teléfono y él mismo cuadra el encuentro con los mexicanos para el 8 de febrero de 2018 a las 5:30 am. y le pone una condición a Marín: “pero si vienes tú también, yo solo no me reúno con nadie”.
Según la Fiscalía, esta foto corresponde a una reunión del pasado 8 de febrero en la casa de Santrich, donde el líder guerrillero negoció con emisarios del Cartel de Sinaloa el cargamento de las 10 toneladas de cocaína. En el encuentro estuvo Marín y algunos mexicanos, entre ellos un infiltrado de la DEA, que grabó a Santrich con una cámara oculta en su ropa a la altura del pecho. Testigo fundamental contra el líder subverivo.
En la foto se ve que Santrich tiene en una de sus manos un billete con un serial especial, que de acuerdo con los sabuesos de la DEA, es una parte clave del proceso penal, porque sería el santo y seña que utilizaron en Miami (EE.UU.) para que la organización de Caro Quintero les entregara inicialmente 5 millones de dólares a «La Familia», el grupo mafioso conformado por el mismo Santrich; Marlon Marín; Armando Gómez, «El doctor», y Fabio Yunez. Ese dinero fue por el pago de «5 repuestos», una pequeña nuestra de 5 kilos de coca para evaluar la calidad de la droga, como parte del negocio de las 10 toneladas. La Fiscalía asegura que esos 5 kilos se los dio Santrich y su gente a los mexicanos en un hotel de Bogotá y la droga llegó hasta territorios controlados por el Cartel de Sinaloa, donde ratificaron su gran calidad y siguieron adelante con el embarque grande.
Un cuadro revela la gran amistad entre los dos capos
La amistad entre Santirch y Caro Quintero queda visible por un detalle que el guerrillero colombiano le envío al capo mexicano. Eso presente fue un cuadro pintado por el propio Santrich el 2 de noviembre de 2017. Es una pintura sin color, en la cual se ve el rostro de un hombre con ojos oscuros y en la parte de abajo una salamandra, que al parecer es la marca que llevarían los paquetes de la droga como indentificación para el Cartel de Sinaloa. El cuatro de Santrich dice: «Para Don Rafa Caro con aprecio y esperanza de paz. Santrich».
Ahora Santrich, espera la extradicción hacia Estados Unidos por conspiración para traficar desde Colombia toneladas de coca, junto con su temible socio mexicano Caro Quintero, aunque sus seguidores en nuestro país, incrustados en la Justicia Especial para la Paz (JEP), las ONG afines a la subversión, algunos medios de comunicación y varios políticos de izquierda, tratan de evitarlo.
Habrá que ver quién gana el pulso por la extradicción de Santrich: si el Gran Jurado de Nueva York, la DEA, la Interpol y la Fiscalía colombiana, o la JEP y las Farc con sus juristas como Enrique Santiago.