El exPresidente de Uruguay, José «Pepe» Mujica, quien gobernó ese país suramericano en el período 2010-2015, murió este 13 de mayo a los 89 años.
Mujica, quien ha sido considerado uno de los principales referentes políticos latinoamericanos de las últimas décadas, un socialista diferente, modesto, que no quería estar apegado al poder y no le gustaban los lujos ni el dinero, vivía en una finca rural situada en las afueras de Montevideo, la capital uruguaya, con su esposa Lucía Topolansky, exsenadora y exvicepresidenta y, al igual que él, miembro del Frente Amplio de Uruguay.
El 29 de abril de 2024, el expresidente Mujica había anunciado en una rueda de prensa que tenía un tumor en el esófago. Posteriormente, reveló que el tumor era maligno y debía tratarse con radioterapia, un procedimiento que se le practicó en Montevideo.
“Concurrí al (centro médico) Casmu a hacerme un chequeo en el cual se descubrió que tengo un tumor en el esófago, que es algo obviamente muy comprometido y que es doblemente complejo en mi caso, porque padezco una enfermedad inmunológica hace más de 20 años”, comentó el expresidente.
En los meses siguientes, a Mujica le habían hecho una gastrostomía para alimentación y el 27 de diciembre de ese año fue sometido a una intervención quirúrgica en la que le colocaron con éxito un stent en el esófago.
Luego, en enero de 2025, el exmandatario uruguayo informó en una entrevista con un medio que el cáncer que le fue descubierto en el esófago se le había expandido al hígado y aseguró que se estaba “muriendo”.
Así lo expresó: “El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía, porque mi cuerpo no lo aguanta”.
