El exfiscal Julio Ospino Gutiérrez es un curtido jurista de la Costa Caribe que a su paso por la Rama Judicial no ha tenido una vida diáfana y ha estado plagado de múltiples escándalos y controversias en este sector.
Sin embargo, ahora pretende ser uno de los altos magistrados de la Corte Suprema de Justicia de la mano del exContralor General Edgardo Maya Villazón, quien salió hace años de esa entidad pero sigue teniendo grandes contratos de asesorías en ese organismo de control desde la época de Felipe Córdoba hasta en la gestión del saliente Carlos Hernán Rodríguez.
Las movidas de Edgardo Maya
Maya Villazón, quien también fue Procurador General, está moviendo sus influencias con sus magistrados amigos en las Altas Corte para hacer nombrar a Ospino en la Suprema. No olvidemos que este polémico exContralor tiene una gran capacidad para ubicar a sus fichas en grandes puestos del Estado, como hizo con su esposa Adriana Guillén, quien bajo su redil primero fue magistrada auxiliar de la Corte Constitucional, luego Directora de la Agencia Jurídica del Estado y es la actual Presidenta Ejecutiva de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familia, Asocajas. Y como si fuera poco Guillén como Presidenta de Asocajas fue elegida conjuez de la Corte Constitucional en 2021.
Ospino absolvió al exFiscal Hernández de Odebrecht
Pero volviendo a Ospino hay que decir que no solo ha sido cuestionado por archivarle una investigación a su amigo el exfiscal Daniel Hernández, hoy imputado y llamado a juicio por la Fiscalía, por no ejecutar las órdenes de capturas contra personas vinculadas al escándalo de corrupción de Odebrecht, especialmente a tres ejecutivos de la citada constructora brasilera que se fugaron del país.
La Fiscalía le metió acción de repetición
Pero el tema de los suspuestos errores de Ospino en la justicia vienen de mucho tiempo atrás. El 20 de octubre de 1995, cuando este era fiscal regional de Bogotá impuso un medida de aseguramiento contra el ciudadano Javier Henao Cuartas sindicado del delito de rebelión, por supuestamente pertenecer a la Comisión Estrella del frente Domingo Laín Sáenz del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el municipio de Salina-Casanare.
Resulta que la misma Fiscalía el 4 de junio de 1996, precluyó la investigación a favor de Henao Cuartas y otros sindicados, decisión que fue confirmada por el Tribunal Nacional, mediante la decisión de enero de 1997. El citado ciudadano se dedicaba a la construcción y no tenía nada que ver con el temible grupo guerrillero.
Vino una demanda de los damnificados y ¡oh sorpresa!, condenaron al Estado. La Fiscalía fue condenada a pagar decenas de millones de pesos el 27 de junio de 2002, mediante un fallo dictado por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera, Subsección A. Todo por el error de Ospino de encarcelar a un personaje que resultó inocente.
Pero las cosas no quedaron allí, la Fiscalía General mediante escrito presentado el 16 de agosto de 2005, instauró una demanda en el ejercicio de la acción de repetición contra el entonces fiscal Julio Ospino Gutiérrez para que este pagara de su pecunio el dinero de la condena que le impuso el Tribunal Administrativo por la medida de aseguramiento irregular contra el supuesto miembro del ELN. Un perjuicio para las arcas de la Nación.
Al final, el caso de la acción de repetición pasó varias instancias en la justicia y el Consejo de Estado, como máximo órgano de cierre administrativo, falló a favor de Ospino, pero quedó demostrado que su actuación judicial creo una gran controversia.
Intentó «limpiar» al parapolítico Álvaro García
Ospino también es recordado porque en el 2009 cuando era Procurador Delegado ante la Corte Suprema de Justicia intentó absolver a su paisano costeño, el excongresista parapolítico Álvaro «El Gordo» García Romero, condenado por la mascre de las Autodefensas en Macayepo, Sucre. Coincidencialmente, Ospino estuvo en el Ministerio Público en tiempos en que Edgardo Maya fue Procurador General, entre el 2001 y el 2009.
El entonces Procurador Ospino tenía a su cargo la investigación contra García Romero y se dice que intentó por todos los medios limpiar el nombre del exsenador y exrepresentante a la Cámara por Sucre, a pesar de la cantidad de pruebas en contra por las que al final fue encarcelado y todavía se encuentra en prisión. Varias de las pruebas contra el llamado «Gordo» las aportó el otrora congresista Gustavo Petro Urrego, hoy Presidente de Colombia.
Por su insistencia en absolver a García Romero, según los medios de comunicación en esa época, el entonces Procurador General Alejandro Ordóñez le aceptó la renuncia a Ospino, quien se defendió ante la prensa desmintiendo que pretendía favorecer al citado parapolítico sucreño, porque, según él, iba era a pedir «su condena». Además, indicó que dejaba el cargo porque lo habían nombrado magistrado del Tribunal Superior de Bogotá, un puesto repentino en el que no se sabe si Maya Villazón tuvo alguna participación. Sin embargo, en ese tema quedó la duda de su actuación.
Todo parece indicar que Ospino no brinda confianza en la justicia por sus sospechosas actuaciones, pero ahora quiere saltar a la Corte Suprema.
El poderoso lobby de Maya Villazón está más que desmostrado y todo apunta a que no descansará hasta dejar instalado a Ospino en la Suprema, corporación en la cual después tendría mucho manejo burocrático y posiblemente poder para supuestamente influir en algunas decisiones judiciales importantes en el país.