Por: Sixto Alfredo Pinto, Director del portal La Otra Cara y
Eduardo Padilla Hernández, magíster en derecho ambiental.
Artículo de Opinión e investigación.
Se conoce la Cloaca Monteriana históricamente por haber supuesto uno de los puntos de partida del sistema actual de aguas residuales.
El gobierno de Montería creó la Cloaca Local para llevar las aguas de alcantarilla al río Sinú y deshacerse de desechos de la mayor urbe y capital del departamento de Córdoba.
En diversas entregas he ido contando la historia del humedal escatológico urbano de Montería, generado por Veolia y su accionar delictivo.
RÍO SINÚ CONVERTIDO EN LAGUNA DE OXIDACIÓN
El sistema de tratamiento de aguas residuales, con cuatro lagunas facultativas, existe desde el año 1985. Montería fue la primera ciudad capital costeña que lo tuvo, como éxito del ultimo Alcalde designado a dedo y funcionaron óptimamente con las EPMM (Empresas Públicas Municipales) hasta el año 2000 cuando se concesionó el Servicio de Alcantarillado de Montería.
En el 2014 debido a la gran expansión urbana y poblacional de Montería, se presentó un déficit operativo hidrosanitario de casi 900 lps (litros por segundo) de aguas con fecales y coliformes que se vertían directamente y, sin tratamiento, sobre el río Sinú, a la altura de las calles 26 y 57, aportando más de 35 mil m3 por día, con lo cual se convirtió el río en Cloaca Sanitaria activa contractual.
$100 MILLONES PERDIDOS
Para subsanar este desastre ambiental criminal, el Municipio suscribió, con el concesionario, el otrosí 09 de 2014, el cual en su anexo 02 incluye la optimización y ampliación de las 3 plantas de tratamiento de aguas residuales actuales del sistema de alcantarillado de Montería.
El Municipio importó, a precios de hoy, 100 mil millones de pesos para construir las tres obras entre 2015 y 2019, fecha en debían de estar funcionando todas optimizadas.
A principios de 2020, con la crisis de salud del Covid-19 y su dispersión en el agua, la Procuraduría General de la Nación, descubrió que no se había ejecutado ninguna de las obras contratadas y, que, por tanto, se tipificaba el delito de peculado por mayor cuantía de 100 mil millones de pesos, según lo citó en el control de advertencia de agosto del 2020 al municipio de Montería.
Descubierto el delito económico, el concesionario, a la carrera, inició la construcción de la nueva PTAR (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales) compacta de 370 lps, para el sector Nororiental de Montería y, así, se pone en funcionamiento en el 2023.
La Resolución 0330 de 2017, Norma RAS del MinAmbiente, prohibió la operación de plantas de tratamiento con lagunas facultativas en áreas urbanas y, así, la Corporación Autónoma Regional CAR- CVS (Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge), en el auto 11227 de agosto del 2019, ordenó su cierre y sustitución, que nunca se cumplió.
Con bombos y platillos, el Alcalde de Montería, Hugo Kerguelén, en enero del 2023, inauguró la operación incompleta de la nueva PTAR compacta de Montería, y exigió el cierre operativo de las cuatro lagunas facultativas de 24 hectáreas de aguas fecales, generadoras de olores ofensivos que tipifican delito ambiental.
TURISMO BUROCRÁTICO
El alcalde anunció la destinación de ese lote, propiedad del municipio de Montería, para la construcción de un parque temático y pulmón verde de la ciudad, replicando el Center Park de New York o tropicales como los de Brasil y, así, viajó para copiarse los conceptos técnicos básicos para el diseño final.
DINERO DE LAS PTAR PARA CAMPAÑA POLÍTICA
Como Veolia SA ESP, hace lo que le da la gana porque son financiadores de campañas políticas, con su interventoría Consulcor, lo cual los blinda de todo accionar jurídico, no terminó la nueva PTAR compacta, ni clausuró las cuatro viejas lagunas facultativas existentes, repletas de excremento, después de 40 años de operación cotidiana, generando olores ofensivos que afectan el vecindario habitacional de Monteverde y la Castellana, con sus numerosas demandas civiles que ha cancelado el municipio, para proteger al concesionario financiador de cinco campañas políticas, con su interventoría que no aplica la cláusula 19 (multas del contrato que exige su liquidación por delitos ambientales).
En el 2023 el concesionario Veolia SA ESP, clausura y devuelve sólo dos lagunas de 12 hectáreas al municipio de Montería, y lo hace sin cumplir el protocolo de cierre y desinfección exigido por la CAR-CVS.
Esta burla hidrosanitaria a los monterianos genera un sistema híbrido, irregular e ilegal, porque no hay permiso de vertimiento vigente de la CAR-CVS, y su operación no cumple la Resolución 0631 de 2015, generando, con esta contravención, delitos ambientales cotidianos por vertimientos contaminados sobre el río Sinú.
La cloaca monteriana es un humedal artificial de 12 hectáreas de aguas estancadas, es una suspensión de física materia fecal que genera olores ofensivos cotidianos, afectando la salubridad ambiental del sector Nororiental de Montería, que convirtió a los administradores de la ciudad en delincuentes ambientales, según auto de la CAR-CVS.
NO HAY EVIDENCIA DE OBRAS
Lo grave del asunto es que todo este accionar delictivo lo festeja el alcalde, que, además, cohonesta con los pagos o transferencias a Veolia e interventoría Consulcor, que hoy no pueden mostrar evidencias de obras construidas obligantes del Anexo 02 como son las siguientes lagunas de oxidación: Tres de Empocor, dos de PTAR margen izquierda, una de PTAR Suroriental de 180 lps.
Tampoco hay evidencia de la construcción del tanque de almacenamiento de aguas de 5000 m3 de Sierra Chiquita.
Estos proyectos de obras sin ejecutar valen $70 mil millones, pero sin embargo los vinculados a los proyectos festejan el peculado con bombos y platillos, anexándoles contratos adicionales ilegales, con lo cual todos ellos violan la Ley 1508 de 2012.
El Contrato de cesión de concesión suscrito entre Proactiva SA ESP y Veolia SA ESP, es ilegal y se debe declarar nulo, ya que no tiene autorización de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), según Resolución 825 de 2017, ni del Alcalde de turno en su fecha de inicio, según lo exige la Cláusula 21 del contrato primigenio; no tiene estudio de conveniencia, ni fue inscrito en Cámara de Comercio de Montería. Toda esta actuación delictiva, cohonestada por la interventoría Consulcor y el secretario de obras, que funge como supervisor, aprueba los pagos respectivos como cómplice del concesionario.
Es tal la complicidad de los administradores del municipio de Montería, que dejaron vencer las pólizas de cumplimento del otrosí 09 de 2014 en diciembre 30 de 2024, y nunca se hicieron efectivas. ¡Las obras no existen! Por esa razón toda la materia fecal de Montería la siguen vertiendo en río Sinú, de tal manera que convirtieron el legendario torrente en una asquerosa cloaca sanitaria.
El pestilente sistema de aguas residuales de Montería, genera contaminación en todos los humedales que el río encuentra a su paso, como el Caño Bugre, las ciénagas de Cotocá Arriba, Cotocá Abajo, la Ciénaga Grande de Lorica, humedales de San Bernardo del Viento y el mismísimo mar Caribe, donde desemboca el legendario río Sinú.