La entidad en una decisión de segunda instancia rechazó de fondo la petición de los abogados de las extintas Farc, quienes solicitaban retirar a la Magistrada de su cargo por supuesta falta de objetividad.
La Sección de Apelación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dejó en firme el rechazo a la recusación que varios abogados de algunos miembros de las extintas Farc interpusieron en contra de la magistrada Lily Rueda Guzmán, acusándola de falta de imparcialidad e incluso por haberse “abrazado” con un grupo de víctimas.
La decisión de segunda instancia negó las pretensiones de los abogados, al concluir que los señalamientos estarían buscando trasladar la rigidez de la actuación del juez en el proceso ordinario y la práctica de pruebas, a un proceso dialógico como el de la JEP.
Por tanto, la Sección de Apelación señaló que la magistratura tiene toda la potestad de interpelar a un compareciente (con base en lo que han dicho las víctimas) que pueda incurrir en revictimizaciones.
“Adoptar el relato de las víctimas para confrontar a los comparecientes no constituye un acto parcial o preferente hacia aquellas, sino una herramienta para interpelar a quien rinde la versión voluntaria”, indicó la Sección de Apelación.
Al mismo tiempo, frente al argumento relacionado con la foto en la que la magistrada Rueda aparece abrazada con un grupo de mujeres víctimas de violencia sexual a manos de las Farc, la Sección de Apelación respaldó a la citada juez, recordando a los abogados de la extinta guerrilla que “es muestra de una administración de justicia que pasa de los estrados judiciales a dialogar directamente con las víctimas, sin que ello comporte un sesgo en contra de los comparecientes”.
La JEP también desestimó lo dicho por los abogados en relación con supuestos prejuicios de la mencionada magistrada expresados desde su entrevista para ser elegida en el cargo, al señalar que no se puede catalogar así y que tampoco ha sido contraparte o emitido juicios de valor en contra ellos, los exrebeldes.
Lo único que hizo la JEP contra la magistrada Rueda, fue llamarle la atención para tener cuidado con sus “retuits” ante un trino en el que se señalaba que hubo una política sistemática de reclutamiento y fue compartido por ella. Allí la Sección de Apelación llamó a “la prudencia y el cuidado que debe tener todo funcionario judicial en el manejo de sus redes sociales en cuanto pueda corresponder con información relacionada con las actividades de la jurisdicción”.