Griselda Restrepo Gallego, actual Superintendente Familiar, fue denunciada por convertir a esa entidad en un fortín político de sus amigos.
Griselda Janeth Restrepo Gallego, recién nombrada Ministra de Trabajo por el Presidente Juan Manuel Santos, en reemplazo de Clara López, ya levanta sospechas y cuestionamientos en ciertos sectores políticos y de opinión por el ejercicio de su labor en los cargos en los que se ha desempeñado.
Griselda Janeth Restrepo, abogada y veterana política del Valle del Cauca, fue congresista del Partido Liberal y es la actual jefa de la Superintendencia de Subsidio Familiar, entidad que vigila los casi 6 billones de pesos de recursos parafiscales del país.
Y es precisamente en el manejo de esa institución donde ha recibido los mayores reparos, acusada de politizar la entidad y convertirla en un fortín burocrático que complace políticos cercanos, desatiende investigaciones por presunta corrupción y manipula informes o engaveta expedientes para “su propio beneficio”.
Las graves denuncias contra la Superintendente Familiar y nueva Ministra de Educación fueron conocidas a principio de año cuando Jeannette Benítez de Arévalo, exdelegada para la Responsabilidad y las Medidas Especiales, fue removida de su cargo. Como respuesta, esa exfuncionaria reveló en una carta de renuncia que Restrepo Gallego se molestó por el resultado de unas investigaciones que venía realizando por presunta corrupción en cajas de compensación de los departamentos de Bolívar y Sucre.
Benítez, fue directora de Caprecom en Bogotá. Ha ejercido como subgerente administrativa de la Lotería de Bogotá y como secretaria general del Ministerio de Trabajo.
Según ella, en la Superintendencia existen métodos extorsivos que se practican cuando los funcionarios detectan irregularidades:“Ejercen una posición dominante y arbitraria para intimidar a los directivos de las cajas con el propósito de llegar a ‘acuerdos’ con los potenciales investigados”.
La exfuncionaria insistió que cuando puso al tanto a la Superintendente Restrepo de esas denuncias, esta se molestó. “Acudí a ella ciega y confiadamente para informarle la gravedad de lo que estaba sucediendo sin saber que ella era copartícipe de todo este tinglado”, rafiticó Benítez.
En apartes de su carta Benítez denuncia que “la gestión que venía cumpliendo me hizo merecedora del reconocimiento del Sistema de Subsidio Familiar, y el de los mejores y más honestos funcionarios de la Superintendencia, pero también de la enemistad de la superintendente Griselda Janeth Restrepo, a quien lo que me menos le interesa es tener una funcionaria eficiente y honesta”… “Meses antes de que la Superintendente tomara la decisión de separarme del cargo el secretario general del Partido (Liberal) se movió desesperadamente en el Congreso buscando ‘presionar’ a quienes, según él, me habían referenciado para ocupar el cargo. Entiendo que finalmente la superintendente le pudo dar gusto al secretario Héctor Olimpo Espinosa entregándole mi cabeza”.
Y agregó que conoció denuncias que advertían que Comfasucre (una de las cajas investigadas) había sido intervenida como “un acto de politiquería para cumplirle al grupo político de Olimpo Espinosa”.
Además, resaltó que Erika Ahumada, en ese momento directora de la citada caja de la Costa Caribe, “maneja recursos mensuales por $5.000 millones sin control alguno y le da contratos de prestación de servicios a empresas, fundaciones e IPS recomendadas” del secretario del Partido Liberal. Así mismo, Benítez denunció también que la Superintendente Restrepo nombró como agente especial para vigilar a Ahumada a un cuñado de la alta funcionaria.
“Estoy convencida de mis denuncias y tengo las pruebas. Que las autoridades investiguen. Lo que está pasando aquí es muy grave”, aseveró la denunciante.
Como respuesta a estas graves denuncias, la Superintendente Restrepo desmintió terminantemente las afirmaciones de su exfuncionaria y afirmó en que es infame que la señalen de corrupción o favorecimiento cuando lo que ella ha hecho desde que está en la entidad ha sido sanear los procesos administrativos del organismo, haciendo alianzas estratégicas con la Fiscalía y vigilando sin pausa las 43 cajas de compensación familiar del país.
Lo que es indudable es que no es bueno que personas nombradas por el Presidente Santos en altos cargos del Gobierno tengan semejante denuncias y sombras sobre sus actuaciones como funcionarios públicos. No es sano ni para el país, ni para el mismo Mandatario que ya tiene suficientes complicaciones con su baja imagen y nula favorabilidad en la opinión ciudadana.
Estas denuncias contra Griselda Janeth Restrepo Gallego, nueva ministra de Trabajo del gobierno Santos, se encuentran en investigación en la Procuraduría y en la Fiscalía, y se espera que en un corto plazo sean resueltas para la aclaración de este incomodo tema.