Se dice que la Secretaría de Salud de Córdoba, que depende de la Gobernación, habría facturado tratamientos para 900 niños inexistentes y de esa forma se robaron miles de millones de pesos del erario local. Un caso de corrupción que carcome a Colombia.
Por Sixto Alfredo Pinto
Director de La Otra Cara
Al conocido Cartel de la Hemofilia, un tema que identifica en estos tiempos la corrupción en Córdoba, se le unió el Cartel del Síndrome de Down, mediante el cual la Gobernación de ese departamento caribeño pagó millonarias cifras a varias empresas de dudosa procedencia por tratamientos inexistentes para niños pobres que padecen esta enfermedad.
En algunos medios hablan de 42 casos de Síndrome de Down y dicen que se defraudaron unos 10 mil millones de pesos. Sin embargo, la cifra es más grande: La Otra Cara revela que son alrededor de 900 los niños falsos que facturó la administración local sin que los menores recibieran la atención médica adecuada.
En el Cartel de la Hemofilia se hurtaron 80 mil millones de pesos, facturando la atención a pacientes inexistentes con esta enfermedad hereditaria, que se caracteriza por un defecto de la coagulación de la sangre, pero también la cifra puede ser más alta. En los dos casos, los pagos lo hizo la Secretaría de Salud, adscrita la Gobernación. Fue así como se robaron cuantiosos recursos del erario cordobés. Lo cual ahora está en la mira de la Fiscalía General.
Los cerebros del tema
Toda esta trama de corrupción con la salud y los niños más necesitados de Córdoba comenzó en la gobernación de Alejandro Lyons Muskus, que fue el cerebro del caso junto con su hombre de confianza Adalberto Carrascal, quien también es el eslabón perdido del Cartel de la Hemofilia y está prófugo de la justicia. Ver el tema difundido por La Otra Cara. Ambos planearon la creación de las empresas de papel que cobraron por brindar falsamente las terapias a los niños con Síndrome de Down. Estas firmas, que se apropiaron de los dineros públicos con el mentiroso argumento de que le iban a prestar un servicio a los menores más necesitados del departamento, son el producto de estos dos personajes, porque ellos las idearon.
Escuche en esta entrevista de la emisora virtual Montería 38 Grados a Carrascal negando que exista el Cartel de la Hemofilia, en una amplia defensa a los pagos irregulares que se hicieron por ese concepto:
Las firmas de papel del Cartel del Down
La empresa más conocida en este tema es la IPS Crecer y Sonreir, creada en 2014, con sede en Planeta Rica y Montelíbano, cuya representante legal fue Yolima del Carmen Rangel Yánez, asesora de la actual Secretaría de Salud del departamento, mujer muy cercana al vigente gobernador de Córdoba, Edwin Besaile Fayad, y mano derecha de su hermano, el polémico senador del Partido de La U, Musa Besaile Fayad, y de su esposa Milena Flórez.
En este caso, la Contraloría General halló que a 42 pacientes que jamás se les realizó el tratamiento completo, por lo que se configuró un detrimento patrimonial de varios millones de pesos. El ente de control descubrió en las actas de la citada IPS figuraba el reporte de una profesional que supuestamente hizo 355 terapias en dos ciudades los mismos días, lo cual es imposible, pero aún así se pagaron lo que representó un saqueo a las finanzas de la Gobernación.
Panavital S.A. Es una sociedad constituida en 2014 en la Notaría Décima del circuito de Panamá, cuyo objeto también es la atención a niños con Síndrome de Down mediante supuestas terapias de neurodesarrollo, en la cual aparecen como fundadores los mismos personajes vinculados al Cartel de la Hemofilia.
Como tesorero de Panavital está el sahagunense Adalberto Carrascal, excoordinador médico de la Secretaría de Salud de Córdoba; como vicepresidente aparece Samy Spath, el ex secretario jurídico del Gobernador Lyons; y como secretaria de la sociedad figura Yolima Rangel, la cuestionada representante legal de Crecer y Sonreír.
En su cuenta de Twitter Yolima Rangel deja claro su gran lealtad y cercanía con Musa y Edwin Besaile, a quienes les retuitea sus temas, coincidencialmente vinculados con Panamá. Además, Rangel ha viajado a Panamá con el actual Gobernador Besaile a promover o apoyar asuntos de este. ¿Que hace Rangel en Panamá donde tiene una de sus empresas con Carrascal?
Se cree que mucho dinero proveniente de los carteles de la Hemofilia y Síndrome de Down fueron a parar a cuentas secretas en Panamá, uno de los paraísos fiscales del mundo donde no se pagan impuestos y las cuentas bancarias se mantienen en reserva. También se habla de que Carrascal estaría refugiado en ese país para evadir la justicia colombiana.
La IPS Unidad de Terapias Integrales de la Costa. Tiene sedes ubicadas en el kilómetro 8, en vía a Planeta Rica, y en Sahagún. Es una sociedad conformada por Ana Karina Elías, prima del Senador de La U, Bernardo «El Ñoño Elías», y esposa de Alfredo Arauchán, ex secretario de Salud de Lyons, detenido por corrupción en el Cartel de la Hemofilia. Ahí también aparece Adalberto Carrascal y Samy Spath, como fichas de Lyons.
La Representante de organización era Katia Vergara y la gerente Diana Spath, prima de Samy; pero luego en 2014, esta última asumió la representación legal de la empresa.
Semillas de Amor. Tiene sede en Montelíbano. La gerente es Liliana Correa Niño. Se dice que detrás de ella está la familia Duque, también de Sahagún, y amigos personales de Adalberto Carrascal. Se comenta que él les conseguía los contratos e iba de socio en estos.
Girasoles. Ubicada en la ciudad de Montería en el barrio Costa de Oro. Su dueño es Francisco Muskus, tío del ex gobernador Alejandro Lyons Muskus, pero quien representó esta IPS fue Laura Santodomingo, su compañera permanente. Sin embargo, por problemas personales se separan y ponen al frente de la empresa a una amiga personal de Lyons.
Semillas de Esperanza. Con sede en San Carlos. Representante Nicolás Caycedo.
Goticas de Amor. Con sede en Montería. Su Representante es Yesenia del Carmen Díaz Lara.
Fundenal. Ubicada en Tierralta. Su Representantes es Yolanda Rosa Toro.
Motivar IPS. Con sede en Lorica. Su representante es Aura Bitar Monterrosa.
Esta empresas facturaron en el 2014 a la Secretaría de Salud de Córdoba por la supuesta atención de unos 900 niños con Síndrome de Down o con otros diagnósticos, pero ahora esos menores no aparecen. Es decir, son inexistente. Lo peor del asunto es que las citadas firmas también desaparecieron como por arte de magia.
Se dice que por cada falso tratamiento de Down se pagó alrededor de $4.000.000 mensuales. Cada firma facturó atención para unos 200 menores. También se comenta en las calles de Montería que muchas IPS de las que están involucradas en el Cartel del Síndrome de Down les daban mercados o alimentos a los padres de los menores pobres afectados para no hacerles las terapias a los niños, porque les salía más económico que realizarles los tratamientos.
El silencio de la Contraloría de Soto
Recordemos que a mediados de 2015, la Contraloría General de la República destapó el caso del Cartel de la Hemofilia, luego de enviar una comisión a Montería, encabezada por el Contralor José Antonio Soto, mano derecha del jefe de esa entidad, Edgardo Maya Villazón, quien recibió abundantes denuncias de la corrupción en Córdoba de manos de la Contraloría Regional. Pero nunca le dio el crédito al investigador que hizo esas pesquisas, por el contrario, lo hizo sacar del cargo para tomarse él todo el reconocimiento. Vea el tema publicado por nuestra revista AQUÍ.
Lo cierto es que el Contralor Soto, con todo y su crédito, nunca vio el Cartel del Síndrome de Down, un tema de corrupción que es gemelo del Cartel de la Hemofilia ya que sus protagonistas son los mismos. Parece quedar claro que este funcionario no fue quien realizó la investigación inicial y que lo único que hizo fue copiarla para figurar. ¿Señor Soto, que sabe usted del Cartel del Síndrome de Down? ¿Porqué calla la Contraloría sobre este delicado tema?
La Gobernación de Córdoba y la Secretaría de Salud de ese departamento también deben certificar, si los niños con Síndrome de Down existieron. ¿Dónde están esos menores y quiénes los están atendiendo?, además ¿qué se hicieron las empresas que cobraron por su tratamiento ? y ¿cuánto dinero se giró en su totalidad a estas compañías fantasmas?
La Fiscalía, la Procuraduría, la Superintendencia de Salud y hasta la misma Contraloría, deben investigar porque Colombia entra lo exige.
Todo Córdoba se pregunta cuándo caerán los dos primeros cerebros de los Carteles de la Hemofilia y del Síndrome de Down: Alejandro Lyons, Adalberto Carrascal y Yolima Rangel…
RECUADRO
Yolima Rangel, es un caso especialLa actuación de Yolima Rangel Yánez es particular. Durante la administración de Lyons fue prestadora del servicio de tratamiento médico para los niños con Síndrome de Down, a través de su empresa Crecer y Sonreir, de la cual fue su Representante legal hasta enero 2016.
Se retira de la firma y nombra, a comienzos de 2016, como Representante a José Vergara, pero ella sigue siendo la dueña de Crecer y Sonreir. Pasa a ser asesora externa del nuevo gobernadora de Córdoba, Edwin Besaile, y del Secretario de Salud, José Jaime Pareja, retirado del cargo recientemente por sus nexos con la corrupción y los pago al Cartel de la Hemofilia, pero su empresa continúa recibiendo pagos en el 2016 por parte de la administración del departamento costeño.
Rangel se vuelve amiga íntima de Pareja y se convierte en la encargada de manejar todo lo relacionado con las EPS e IPS en la Gobernación y, por eso, a pesar de los escándalos, su empresa Crecer y Sonreir es la única IPS en todo Córdoba a la que la actual administración le hace pagos por atender a los niños con Síndrome de Down. ¿Porqué sucede este caso tan particular? Para muchos su influencia es tan grande que en este caso es juez y parte.
Yolima Rangel es la interlocutora o relacionista pública de Musa Besaile y su esposa Milena en todos los tema de salud en el departamento. A pesar de ser una asesora externa despachaba en la Oficina de Malaria de la Secretaría de Salud y asistía a las reuniones con los proveedores de medicamentos como una funcionaria más que daba directrices.
La señora Rangel es bacteriologa y metió a cuatro bacteriologas como funcionarias en puestos claves en la Secretaría para tener poder con sus cuotas burocráticas en la Gobernación.
Recientemente, la Superintendencia de Salud envió una comisión desde Bogotá hasta Córdoba para constatar algunas denuncias sobre las empresas prestadoras de tratamientos para el Síndrome de Down, entre esas, la firma de Rangel, Crecer y Sonreir, ubicada en el piso 8 de las oficinas nuevas del Centro Comercial Alameda de Montería. Testigos de los hechos comentan que cuando los funcionarios le pidieron las relaciones de los niños que habían atendido, la dama no los puedo entregar los soportes, alegando que tenía varios documentos extraviados. Como acto seguido, montó en cólera y le dijo a los miembros de la Súper que ella era objeto de una gran persecución por parte de colegas y enemigos políticos.
Rangel, además es dueña de una empresa de Sofware que tenía contratos con la gobernación de Lyons en el municipio de San José de Uré y los negocios lo conseguía Carrascal, por eso iban de socios en los jugosos negocios.
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Espere la telaraña del Senador Antonio Correa.