Por: Eduardo Padilla Hernández.
El Presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, planea acudir a las Naciones Unidas. Cualquiera que no sepa leer entre líneas pensaría que el Jefe de Estado no conoce la Constitución.
Pero el Mandatario, con esa solicitud dirigida a la ONU, lo que busca es que ese y otros organismos internacionales le den un respaldo necesario para implementar los Acuerdos de Paz.
Se trata de una apuesta política emblemática, ejecutada con circunspección, como introduciendo un hilo diplomático por el ojo de la aguja de la competencia internacional.
Tan pronto Petro reciba el apoyo global esperado, quizás tomaría algunas medidas a nivel de decreto, por encima del Congreso de la República, para implementar los Acuerdos.
A la sazón, hay que estar preparados para ver qué es lo que se quiere implementar, porque el Representante legal del Estado Colombiano es el Presidente de la República, según la Constitución Política.
Con relación a los asesores, parece que Petro trabajara sólo, pues esos funcionarios no imparten una asesoría eficaz, y así es muy difícil el manejo del Estado.
Otra debilidad que atrasa los proyectos es que, a veces, Petro se detiene en el camino para tirarles piedras a los perros que ladran.
Don Quijote aconseja que no siga en esa práctica inútil, en ese esfuerzo fallido, cuando le dice a Sancho que de esa manera retrasa la llegada a su destino.
La élite que gobernó al país durante más de 200 años, la cual se ha comportado como enemiga del pueblo soberano, y no sólo nunca lo ha reconocido como tal, sino que, además, ha usurpado su soberanía, arrojándolo a rincones de la pobreza, impidiendo que se ejecute el Acuerdo de Paz, especialmente en lo tocante a la educación y a la Reforma Agraria, dos columnas puntuales para el desarrollo del país, sin tener a menos el resto de importantes capítulos, como son:
-Participación Política.
-Solución al problema de las Drogas Ilícitas.
-Acuerdo sobre Víctimas.
-Implementación, Verificación, Refrendación, y
-Fin del Conflicto.
El Presidente Gustavo Petro, dijo que el Acuerdo de Paz tiene «tres grandes ejes: la Reforma Agraria, la Transformación del Territorio y la Verdad Judicial».
El Mandatario agregó que su intención de viajar hasta la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, es para denunciar ante el organismo al propio Estado colombiano por no cumplir con el Acuerdo de Paz, firmado en 2016 entre las autoridades del país y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
El incumplimiento se debe a que el Poder Ejecutivo va por un lado, mientras que el Legislativo y el judicial, van por otro sendero contrario.
Los tres Poderes deberían funcionar como un cuerpo humano, donde los pies no pueden caminar hacia el Norte, mientras los ojos miran hacia el Sur, porque tropiezan y el cuerpo cae. Igual, una casa dividida no demora en colapsar.
Para completar está el Cuarto Poder (noticieros), el cual mantiene a la sociedad en una situación estresante en la que la propaganda política resulta emocionalmente abrumadora, afectando de manera profunda y negativa la vida psicológica de las personas, de tal manera que, al parecer, hubiese un Aparato Central de manipulación masiva que conduce a la sociedad hacia la alienación colectiva.
Ese Aparato Central está construyendo un nuevo país sobre arena. En cualquier momento viene una tempestad con inundación, y grande va a ser la ruina de los arquitectos de esta casa llamada Colombia.
Sería bueno que antes que sea demasiado tarde, busquemos la manera de reconciliarnos entre nosotros, pero, sobre todo, que nos reconciliemos con la Verdad.