¡El 12 de octubre!

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Cristóbal ColónInadmisible pasar por alto el que la noche del 11 al 12 de octubre de 1492, hace 529 años, la marinería capitaneada por Cristóbal Colón, dio el anhelado grito de «¡Tierra!», que  de manera irreversible, cambió -para siempre- el rumbo de la historia de Europa y de América, llamado «Nuevo Mundo», posteriormente.

Aventura iniciada el 22 de mayo de 1492, al llegar a Palos de la Frontera, en Huelva, la orden a la municipalidad de los Reyes Católicos, para que contribuyera con dos embarcaciones a la expedición de Colón, inicialmente propuesta -sin eco- al rey de Francia y a la monarquía inglesa, entre otros. quien como contraprestación exigió, el título hereditario de Almirante del Mar Océano, el cargo de virrey-gobernador y el diez por ciento de las ganancias del descubrimiento. Condiciones consideradas desorbitadas por los consejeros de la reina Isabel, que finalmente subsanó, suscribiendo las capitulaciones el 17 de abril de 1492.

Reclutada la tripulación, acopiada la logística y las provisiones, el 3 de agosto, Colón se hizo a la mar tras la nueva ruta hacia Asia, que franquearía el Atlántico, al frente de tres embarcaciones: la Santa María (capitana, barco de tres mástiles y velas cuadradas), la Pinta y la Niña, carabelas más ligeras y maniobrables.

Desembarco de Colón de Dióscoro Puebla

Al prolongarse el viaje, el descontento, la incertidumbre, la zozobra se fue apoderando de sus hombres, deseosos de abandonar la arriesgada, temeraria aventura. Intento de amotinamiento que amainó al avistar un enjambre de gaviotas, ordenando Colón seguirlas, decisión que lo llevó a la isla que bautizó San Salvador (Bahamas).

Travesía que continuó por las islas del archipiélago: -Santa María de la Concepción (Rum Cay), Fernandina (Long Island), Isabela (Crooked Island), etc. A Juana (Cuba) arribó el 28 de octubre. El 6 de diciembre llegó a La Española y el 24, la Santa María encalló en el actual cabo Haitien. Con sus restos construyeron un pequeño fuerte, denominado Navidad.

Colón que navegaba desde Occidente, creyó haber tocado el continente asiático (concretamente la India), sin imaginar haber descubierto un continente nuevo, América, completamente desconocido para los europeos. El 16 de enero de 1493, emprendió el regreso. Tras superar las Azores, y después de una breve escala en Lisboa, la armada fondeó en Palos de la Frontera de nuevo, registrando como fecha de regreso de las Indias a la península Ibérica, el 15 de marzo de 1493.

Se da como fecha probable -finales de abril- la entrada de Colón a Barcelona. El lugar exacto en que fue recibido, no se precisa, se habla del Salón del Tinell, en el centro de la ciudad, otros mencionan el monasterio de San Jerónimo de la Murtra, en Badalona; asegurándose que pudo haber visitado ambos lugares. Otros cronistas refieren que el encuentro se produjo en alguna sala de palacio, repleta de curiosos y admiradores. Lo cierto es que, a mediados de abril, “los Reyes Católicos le esperaban públicamente, con toda la majestad y grandeza”.

 Los Reyes reciben a Colón en BarcelonaEncuentro inmortalizado por la paleta de Francisco García Ibáñez, apreciable en el museo del Ejército, Madrid.

Aventura que abrió las puertas de América a los europeos.

Ante el paso ineluctable del tiempo y de la historia, ha florecido un airado, creciente, implacable juicio retrospectivo, que reivindica una insólita rectificación histórica, requiere excusas públicas y solemnes, exigencias urgidas por el populismo, encarnado por López Obrador, dizque, por los atropellos contra los pueblos originarios de América, cometidos por la colonización que acarreó -sostiene- la más atroz matanza de indígenas de la historia contemporánea, que extinguió, cerca del 90 % de la población que habitaba América, antes de la llegada de los españoles.

Otrora solemne celebración del Día de la Raza, precedida, esta vez, por oleadas de protestas, saqueos, vandalización de centenarios monumentos de los conquistadores, derribo de estatuas, al grito de “Colón asesino”, “por nuestros muertos”, en varios países hermanos de América. Devastación a la que Colombia -bautizada por Bolívar en honor del repudiado almirante- no es ajena, entre otras localidades: Bogotá, Medellín, Pereira, Popayán, Cali.

Los manifestantes derriban una estatua de Cristóbal Colón durante una manifestación contra el gobierno en Barranquilla

El izquierdismo mexicano, trocó a Colón en el paseo de la Reforma, por una monumental escultura de una mujer olmeca -una de las más antiguas civilizaciones amerindias-.

Glorieta de Mujeres que Luchan’

Ignoran -adrede- esto salvajes redivivos, que la última voluntad de Isabel la Católica fue: «No consientan ni den lugar que los indios reciban agravio alguno en sus personas y sus bienes, manden que sean bien y justamente tratados, y si algún agravio han recibido lo remedien«. CONTINÚA

Bogotá, D.C., 17 de octubre de 2021

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mario arias gómez
mario arias gómez

Abogado, periodista y escritor


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