Por Oscar Ricardo Colorado Barriga
El ataque a mansalva a los dos Uribes, Miguel y Álvaro, será la espada de Damocles del petrismo y su decadente pacto histórico; a Miguel lo intentaron silenciar con sicarios dirigidos por bandas criminales, contratadas por guerrillas como las FARC, ELN y M-19, quienes a su vez recibieron órdenes desde Manta, emanadas del último Aureliano el cola de cerdo y su anfitrión el narcotraficante alias Fito. A don Álvaro pretenden apabullarlo utilizando una fiscalía rastrera y una Juez instrumentalizada, dirigidas por el hijo de las guerrillas, que hoy se siente el ungido del averno.
Queda claro que este desgobierno, su gaminete y secuaces, son capaces de lo peor con tal de cumplir su infernal agenda, suicidan Coroneles y desaparecen sicarios delatores, pero les tengo malas noticias; Miguel esta despertando y Álvaro multiplicó su fuerza. La Colombia sensata entendió que es responsabilidad de todos ponerle fin a este aquelarre de endemoniados.
Es mucho lo que podemos y debemos hacer; empecemos por identificar petristas para luego aislarnos, cortando cualquier vínculo con esta ralea de malvivientes, no paremos de alzar nuestra voz denunciando todos los escándalos cometidos por estos corruptos, evitemos a las personas derrotistas, esas que dicen ser de derecha, pero con su ánimo pesimista fortalecen la izquierda, especial atención con los que hoy juran jamás haber sido petristas, estos infelices son socavadores del mal y solo saludarlos ya es un peligro.
Participemos como testigos electorales, el pacto histórico tiene todo el dinero del mundo y una estructura criminal para movilizar descerebrados, con nuestra presencia los neutralizaremos y al estilo Corina, tomemos fotos de formularios y planillas electorales, sensibilicemos familiares, amigos y conocidos, todos a las urnas sin disculpas, especial atención a las legislativas cualquier senador o representante amigo de este desgobierno debe ser defenestrado y por ningún motivo votemos por pseudointelectuales que hicieron parte del gavillete y hoy posan de arrepentidos, mucho menos por camaleones, tibios o acomodados.
Todos nosotros por acción u omisión somos responsables de esta tragedia llamada Gustavo Petro, pero también tenemos el poder para corregir el rumbo, salgamos de nuestras áreas de confort, enfrentemos a estos malandros, derrotémoslos en las urnas y llevémoslos ante la justicia y NO olvidemos “La verdad no necesita explicación, las mentiras mil páginas para justificarlas”.
En el 26 será Miguel o el que diga Álvaro
(R) OSCAR RICARDO COLORADO BARRIGA
Twitter: @ricacoloradodo