Por Oscar Ricardo Colorado Barriga
Teniendo en cuenta la nociva intención del presidente de las guerrillas encaminada a generar un caos institucional, al nombrar al señor General Sánchez como ministro de Defensa y luego de verlo participar en el aquelarre del pasado 3 de marzo en cadena nacional, donde por su adecuada postura, presentación y dicción fue el mosco en leche, de ese grotesco espectáculo, es evidente que solo tiene dos caminos.
El primero y el que busca Petro, sería el de acomodarse en esta corte de lacayos ideologizados, permitiendo que este gobiernito, continúe con el desmantelamiento de la Fuerza Pública, tarea iniciada por Velázquez, quien en 31 meses consiguió crear 8 estructuras criminales, desdoblando organizaciones terroristas como las FARC y el ELN, multiplicando sus miembros y entregándoles extensas áreas para su control en departamentos como Arauca, Cauca, Chocó, Nariño, Norte de Santander, Putumayo y Valle del Cauca, declaradas hoy por ellos como zonas independientes, inundadas de coca, minería ilegal y una población civil subordinada al crimen.
También esperan que asuma una postura miope, con salidas en falso, mentiras mediáticas y soluciones estúpidas, que aplauda el giro a delincuentes por no matar o cocaleros por no sembrar, que celebre los esfuerzos de Otty Patiño por lavarle los crímenes a las Guerrillas, mientras asesinan Soldados y Policías a quienes envían a zonas infestadas de guerrillas, sin inteligencia, planeamiento táctico, apoyo, reserva, ni mucho menos órdenes claras. Podría también multiplicar los mensajes de Petro a las 3 de la mañana, decir que son magistrales, que no necesitamos del apoyo americano o la industria Militar Israelí, es más, debería reintegrar presupuesto al estilo Velásquez, seguir llenando el Ministerio de petristas y acompañar a Cepeda y a las Pizarro a liberar soldados y policías secuestrados, ojalá con una vela en la mano.
Si quiere le puede seguir el juego a Petro, REINTEGRAR generales comunistas y nombrarlos en cargos sensibles como la Inteligencia Militar, rotar y rotar la cúpula, para evitar que tengan continuidad y estrategia, silenciar comandantes, maniatar unidades especiales, hablar con acento ofídico y hacerle campaña al pacto histórico. Pero al final de estos 17 meses señor General si se alinea con ellos, será traicionado por ellos y culpado de todos los fracasos institucionales.
El segundo camino que espera la institucionalidad, Colombia y yo, es que cumpla con honor y gallardía los deberes de su cargo; coordinando la política de Defensa, garantizando la soberanía, manteniendo el orden constitucional, contribuyendo a la paz, gestionando recursos, interactuando propositivamente con los comandantes a todo nivel, escuchando a la ciudadanía y cumpliendo fielmente su juramento; de ser así que Dios y la Patria os lo premien, sino que él y ella os lo demanden.
(R) OSCAR RICARDO COLORADO BARRIGA
Twitter; @ricacoloradodo
