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Nicolás Maduro dio golpe de estado

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Por Bernardo Henao Jaramillo

Columnista de Opinión  

El día llegó. Nicolás Maduro, acusado de ser un narcodictador, ha dado un golpe de Estado al juramentarse de manera ilegítima y proclamarse gobernante de Venezuela. Temiendo las repercusiones, decidió adelantar la ceremonia de posesión de forma irregular, llevándola a cabo únicamente ante el presidente de la Asamblea, y no ante la Asamblea Nacional en pleno, como corresponde.

Es más que evidente que el ilegitimo usurpador jamás pudo mostrar las actas en que fincó su supuesto triunfo ni pudo desvirtuar las que la oposición dio a conocer al mundo, logrando llevar la verdad de quien fue, por voluntad popular, el elegido como presidente de Venezuela: Edmundo González quien obtuvo más del 80% de los votos.

El 9 de enero, los venezolanos respondieron al llamado de su líder, María Corina Machado, y salieron masivamente a las calles. Fiel a su palabra, Machado lideró la marcha portando la bandera venezolana, arengando y acompañando a miles de seguidores. Sin embargo, al finalizar la movilización, fue interceptada por las fuerzas del régimen y secuestrada. Según reportes, fue obligada a grabar videos antes de ser liberada en una zona apartada.

Posteriormente, Machado confirmó a través de un video en redes sociales que se encuentra bien, aunque su paradero y estado actual permanecen inciertos. El hecho de que dispararan al conductor de la moto en la que se trasladaba, quien resultó herido, mientras ella salió ilesa, es un hecho milagroso.

Las manifestaciones, tanto en Venezuela como en otros países, han sido multitudinarias. Sin embargo, como en ocasiones anteriores, no han logrado derrocar al régimen. Es evidente que, sin el apoyo de las Fuerzas Armadas venezolanas, las posibilidades de remover al ilegítimo gobernante son escasas.

La juramentación ilegal de Maduro, que contó con la nimia asistencia de los dictadores de Cuba y Nicaragua, lo que significa que ni siquiera la izquierda latinoamericana lo apoya, prolonga su poder por otros seis años, perpetúa la pobreza extrema que afecta al país. Venezuela, una vez próspera gracias a sus recursos petroleros especialmente, se encuentra ahora en ruinas.

El régimen, temeroso de las reacciones internacionales, cerró el espacio aéreo, activó sus sistemas de defensa y bloqueó la frontera con Colombia. Diosdado Cabello amenazó con derribar cualquier avión que transportara al expresidente Edmundo González Urrutia acompañado de los expresidentes del grupo Idea. Como resultado, un vuelo programado desde República Dominicana no recibió autorización para despegar. Maduro busca mantenerse en el poder a toda costa, utilizando medidas represivas como juicios políticos y destituciones para neutralizar a la oposición.

A pesar de que el tirano cree haber asegurado su gobierno por otros seis años, la oposición interna y la comunidad internacional rechazan masivamente su régimen. Maduro enfrenta un aislamiento casi total en el hemisferio, convirtiendo a Venezuela en una nueva Cuba. Recientemente, Estados Unidos aumentó a 25 millones de dólares la recompensa por la captura de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Además, incluyó por primera vez a Vladimir Padrino López, por quien se ofrecen 15 millones de dólares.

La oposición seguirá intentando negociar una salida a la crisis, proponiendo elecciones internas o generales bajo nuevas condiciones. Sin embargo, esto dependerá de la voluntad de las Fuerzas Armadas y de la presión internacional. Por ahora, la falta de acción de los organismos internacionales ha dificultado cualquier intento de resolución.

El desenlace de esta crisis estará determinado por factores como la cohesión de las élites políticas, el papel de las Fuerzas Armadas, la presión internacional y la capacidad del régimen para manejar la crisis social y económica.

En este contexto, el papel de Gustavo Petro ha sido criticado. El presidente colombiano ordenó que su embajador asistiera a la posesión de Maduro, acto al que también acudió la senadora Sandra Ramírez, quien fuera pareja de Manuel Marulanda, alias “Tirofijo”. Muchos colombianos rechazan esta decisión, que afecta negativamente a Colombia. La actuación del presidente y el canciller ha sido percibida como pusilánime, convirtiéndolos en cómplices de la narcodictadura de Maduro.

Sin embargo, el bravo y glorioso pueblo venezolano ha perdido el miedo y ha iniciado la recuperación de su democracia. Maduro no podrá dirigir el país con todo en su contra. Hoy los venezolanos se encuentran desanimados  y desesperanzados  pero  tienen la voluntad de continuar luchando. La desobediencia civil debe implementarse y derivará inevitablemente en resistencia civil. La salida del tirano no será fácil, pero con la conducción y determinación de la oposición, liderada por María Corina Machado y el legítimo presidente Edmundo González, sucederá.

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Bernardo Henao Jaramillo
Bernardo Henao Jaramillo

Abogado e investigador


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