Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado, presidente de Redvigila.
Durante 235 años Colombia fue gobernado por grupos que fomentaron la guerra, como un sofisma de distracción, para poder tapar su corrupción.
Durante todo ese tiempo el pueblo no se dio cuenta de la coartada del oprobio.
Cuando surgieron líderes transparentes que denunciaron la podredumbre política, los asesinaron.
Ahora, la prensa corrupta, en lugar de rendirles merecidos homenajes a Gaitán, Galán, Pizarro, Jaramillo Ossa, Garzón, entre otros, lo que hace es exaltar la vida y obra del narcotraficante Pablo Escobar. Esos “periodistas” no tienen ni una pizca de vergüenza. ¡Qué horror!
Debido a la tergiversación de la realidad colombiana, a raíz de la infamia mediática, un amplio sector del país le echa la culpa a Petro de todos los males que los corruptos causaron durante dos siglos.
La ignorancia es tan absurda que no se dan cuenta que Petro no lleva ni dos años de gobierno.
Miremos un breve catálogo de lo que ha hecho la corrupción en nuestro país:
1. Santos, durante su gobierno, le vendió Isagen, empresa eléctrica, a una entidad canadiense por la suma de 2 mil millones de dólares, pero la prensa y las redes sociales, no le preguntan a Santos dónde está esa fortuna.
2. Uribe, en su segundo mandato, en compañía de Oscar Iván Zuluaga, vendió por 2.4 billones de dólares el 51% de las acciones de la refinería de Cartagena, Reficar, propiedad de Ecopetrol, a la multinacional suiza Glencore International A.G. Hoy Reficar se encuentra envuelta en uno de los mayores escándalos de corrupción en Colombia. Una panadería, de propiedad de un pariente político de Pastrana, con sede en Bogotá, era en realidad el centro de operaciones de la corrupción, a través de la cual se robaron 80 millones de dólares de Ecopetrol. Mientras tanto los medios están ocupados en homenajes a los capos de la mafia.
3. Gaviria, Uribe, Samper, Pastrana y Santos, juntos y unánimes, desmembraron el Seguro Social, que era social y seguro, para convertirlo en Colpensiones, de cuyos fondos salió la cadena de centros comerciales “Lo Nuestro”, de los hijos de Uribe, e iniciaron con el truco de las EPS, que son la privatización de fondos del Estado. Esto significa dictadura, lo mismo que hizo el dictador Pinochet en Chile. Los medios no denuncian esta corrupción, sino que la defienden.
4. En el 2002, el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe tomó la decisión de liquidar la empresa Telecom, con la excusa de que, según “voceros”, ésta mostraba pérdidas de 40 mil millones de pesos, lo que a los pocos años haría que no pudiese cubrir sus costos de operación. Hasta el loco del pueblo decía: “No le creo nada”. Por el despido masivo, más de 5 mil trabajadores quedaron sin empleo y sin pensión. 5 mil familias (25 mil personas) quedaron sin comida. La prensa nunca les ha rendido un homenaje a esas familias.
5. Bancafé, Telecom, Ecogas, Granahorrar, Centrales Eléctricas de Norte de Santander, las electrificadoras de Cundinamarca, Costa Norte y el Valle, fueron unas entidades vendidas por el gobierno de Uribe durante los 8 años de su mandato. Por la privatización de estas empresas Uribe recibió cerca de 13 billones de pesos. Lo sospechoso es que la prensa nunca ha preguntado dónde está ese billete.
6. En 2007, durante el gobierno de Uribe, Acerías Paz del Río, ubicada en la ciudad de Belencito, departamento de Boyacá, fue vendida por 1,078 billones de dólares al grupo brasileño Votorantim.
7. Las malas prácticas financieras y la falta de rigor de las autoridades llevaron a la firma comisionista Interbolsa a la quiebra, lo que dejó mucha desconfianza en el mercado. En noviembre de 2012, el gobierno Uribe ordenó la liquidación de la entidad, pero 11 años después, el caso sigue sin resolverse. En Interbolsa, los clientes perdieron directamente alrededor de $300.000 millones, que simplemente se esfumaron, sin contar los efectos colaterales de los costos de la liquidación, que fueron muy superiores. La quiebra de Interbolsa no fue una quiebra normal. Fue un proceso donde la codicia y la falta de escrúpulos arrasó con la compañía. Se reconocen 11 víctimas del caso Interbolsa. Que conste que el año 2012 Petro no era presidente.
8. En 1996, siendo presidente de Colombia Ernesto Samper, la Central Hidroeléctrica de Chivor fue vendida al Consorcio Chileno Energy Trade and Finance Corporation-Chilgener, por la suma de $644.552.724.798. Chivor trae a mi memoria la canción de Aníbal Velázquez: “Pero, señora, ¿dónde está la plata?” “La tenía en la boca y no me contestaba”.
9. En 1981 y junto con el consorcio ítalo-español Vianini-Entrecanales y Tavora, la EEB emprendió la construcción de una hidroeléctrica y sus obras conexas en la zona del Guavio, a pesar de que la empresa bogotana no contaba con capacidad financiera para este proyecto ni con un predio adecuado. Debido a las fallas de planeación y de todo tipo de control en el desarrollo del proyecto, que tuvo un valor final de tres mil millones de dólares (más del doble de lo que se había calculado inicialmente), este fue calificado como “el descalabro gerencial del siglo” o como “el robo más grande que se le ha hecho a Colombia después del canal de Panamá”, durante la administración de Peñaloza.
10. A partir del 2018, cuando la Ruta del Sol 2 fue paralizada a raíz del escándalo de Odebrecht, cada año en que esa obra vial no se culminó, el Estado perdió más de 800 mil millones de pesos. graves acusaciones de corrupción enfrentan todavía su principal socio de construcción, Odebrecht.
Según las pesquisas, esta empresa de Brasil presuntamente les pagó millonarias coimas a políticos, funcionarios y medios de comunicación, para quedarse con cuantiosos contratos de infraestructura del país.
Entonces, pues, como podemos observar en este breve catálogo, la hecatombe social, política y económica, que padece Colombia, no es producida por Gustavo Petro, sino por otros personajes tristemente famosos del panorama político y mercantil del país.
El odio que sus adversarios le manifiestan al presidente Petro se debe a que él, desde hace muchos años, ha venido denunciando las actividades de corrupción.
Dice el presidente que “El narcotráfico, a partir de construir con dinero sus propias nóminas, ha penetrado a la UNP, a la SAE, a la Fiscalía, a la fuerza pública, a la DIAN y a la Aduana”. Y que “se extiende por todas las ramas del poder público”. “Nuestra decisión -dice Petro- es separar el poder público de las mafias”.