Uno de los casos que más conmovió a la ciudadanía colombiana y en especial a los jóvenes estudiantes de secundaria y universitarios (que les gusta la protesta social) fue la difusión de un video en las redes sociales, sobretodo en Twitter, de una señora en Medellín llamada Erika Tabares, llorando porque, según ella, un Policía le mató a su niño de un bolillazo, lo cual enardeció más las protestas, el vandalismo y los actos terroristas contra los CAI en Bogotá, los pasados 9 y 10 de septiembre de 2020.
Esas acciones dejaron más de 56 Comandos de Atención Inmediata de la Policía (CAI) destruidos por un valor superior a los 56 mil millones de pesos, 10 muertos, centenar de heridos, supermercados destrozados, sucursales bancarias desbastadas, transmilenios incendiados y vehículos robados, etc.
Resulta que el video es falso, fue simplemente un Fake News que montó muy bien la izquierda radical para alentar las protestas y desmanes de los jóvenes contra la Policía, luego del incidente del abogado Javier Ordóñez, quien murió, supuestamente, por un abuso de autoridad protagonizado por dos patrulleros en la Capital de la República. Lo que se está juzgando penalmente.
Muchos jóvenes fueron motivados por esta clase de jugadas, manipulación o plan de desinformación, utilizado por los socialistas manejadores de las redes sociales. Otros, lo hicieron coordinadamente porque forman parte activamente de la estructura urbana de las Farc del temible Iván Márquez, el ELN y las juventudes del M-19. También que contar que hubo muchos excesos de miembros de la policía, quienes reaccionaron en forma indebida, disparando, a los civiles. Eso está en investigación y los agentes deben recibir las sanciones que sean necesarias.
La mujer que aparece en dicho video, promovido en las recientes protestas, se llama Erika Yesenia Tabares y llora para conmocionar a los cibernautas, porque supuestamente un policía le asesinó a su bebé (al que muestra en la foto) por arrebatarle un carrito de tintos. Un gran drama.
Posverdad o mentira emotiva es un neologismo que describe la distorsión deliberada de una realidad en la que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones #fake #falso Erika Yesenia Tabares pic.twitter.com/gOBAEqfWhh
— Edwin Pulido (@EdwinPulidoT) September 14, 2020
Resulta que ese video es viejo. Además, otra mujer llamada Vanesa Ramírez, residente en San José del Guaviare (Guaviare) desmintió a la supuesta víctima y la dejó al descubierto, tras confesar que las imágenes usadas por Tabares son de su hijo que está bien de salud y ya tiene seis años.
“Me parece muy mal lo que la señora está haciendo”, sostuvo Ramírez, quien es cuñada de Tabares. “Durante muchos años ha estado engañando a las personas”, indicó.
https://www.facebook.com/maranduastereo/videos/616909992348630/?t=14
Las dos se conocen porque Erika Tabares tuvo una relación sentimental con el hermano de Vanesa Ramírez, que es la mamá del verdadero niño. Cuando Erika pierde su bebé, que fue por una muerte natural al día de nacida, ella tiende a obsesionarse con el hijo de Vanesa. Es allí cuando ella empieza a utilizar la citada fotografía de un hijo que no es suyo, con lo cual hasta ha recibido donaciones de espontáneos para ayudarla.
En definitiva, el bebé de Erika Tabares, nunca fue asesinado por la Policía, fue un producto más de la manipulación populista de la izquierda radical para mover las masas, utilizando su hora de influenciadores en las redes sociales, sin dejar de contar lo trinos motivadores del senador Gustavo Petro invitando a los protestantes a «rodear los CAI»…
