‘Alzate Avendaño’

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Por mario arias gómez*

A

nte la imparable corrupción, agenciada por el insoportable, Hernán Andrade, inepto y deshonroso sepulcro blanqueado, quién, con inhabilidad moral, ceguera mental, mal dirige al ultrajado conservatismo, tutelado otrora, por acatados, encumbrados, irrepetibles y míticos jefes -Laureano Gómez y Gilberto Alzate-, cuyo legado malversó, mancilló la inepta, insubstancial y minúscula sanguijuela de marras, quien se apropió, sin arredrarse -vía el atajo-, de sus despojos, convirtiéndolo en su fundo de caza privado.

Acobardada, derrotada y fragmentada bandería, que luce rendida, como si su destino estuviera previamente signado -y no fuera otro- que padecer a perpetuidad, la obcecada satrapía -como todos las de su especie-, que raya con la temeridad, con el martirio mismo. Despreciable, inescrupulosa y repudiada sabandija, que arteramente traicionó la esperanza y la confianza del partido; quien se autocalifica -sin rubor-, como símbolo de ‘transparencia’, maltratado término que de tanto usarlo, se toma hoy, como sinónimo de turbiedad, reflejo de su indigno y punible comportamiento, que estremeció los cimientos de la gloriosa e indoblegable causa de ayer, razón de su inatajable dispersión; reserva humana, que no tolera sentirse súbdita, vasalla del espurio remedo de ‘dirigente’; infame y pusilánime mercachifle, que redujo al Partido Conservador, a la más mínima expresión histórica.

Indecoroso e inescrupuloso sujeto -venido a más-, a años luz de los precitados ‘gigantes morales’, sin autoridad moral para comandar la soldadesca, quien ignoró imperdonablemente, el 108 aniversario del natalicio -10 de octubre/1910- del ‘Mariscal’, por andar dizque desagraviando al anodino, arrogante, despótico, extravagante, impúdico, insolente, intrascendente, oscuro, patético, repugnante, sofistico y torvo exprocurador, (sobran los adjetivos para describirlo) -defenestrado por corrupto-, por la merecida lluvia de descalificaciones lanzadas en su contra, dado que como juez disciplinario, fue una vergüenza mundial, un desastre multidimensional, cuyo proceder anestesió la ética y moral administrativa. Olvido que intenta suplir esta deshilvanada nota recordatoria.

Calculado homenaje, retribución a su selectiva ceguera, en beneficio de sus pares incondicionales, orientada a amarrar -como ‘réciprocité’- a quienes impulsarían la desbocada aspiración presidencial, ‘remember’ el agradecido oferente, a quien le permitió teledirigir -sin vigilancia- los más de 49.000 enmermelados millones, ejecutados por paniaguados, que los adjudicaron a dedo, al oscuro testaferro-hermano, como único oferente. Piensa mal y acertarás.

Invisibilidad extensiva a las investigaciones por enriquecimiento ilícito abiertas por la CSJ, sumadas las supuestas irregularidades en ‘Estupefacientes’, relacionadas con una inmobiliaria de Santa Marta; predios en Baranoa y Barranquilla, de testaferros del cartel del Norte del Valle, cuyo depositario, Alberto Iglesias Flórez, fue impuesto -según la Fiscalía-, al condescendiente, Carlos Albornoz, por el ‘don nadie’ en comento.

Indagaciones que incluyeron bienes de los narcotraficantes, Carlos Ernesto Saieh Jamis, y Armando Jacobo Jaar, cuyo acólito-asistente, Juan Sebastián Lozada, fue agraciado con lotes, finca ‘La Esperanza’ (vereda, Río Frío Zipaquirá). Expediente que incluyó el predio, ‘La Cabaña’ (Huila); el ‘Centro Naútico’; el ‘Hotel Alcázar’; (cuyo depositario, Bladimiro Córdoba Copete), como los demás, se relacionaban con el ‘impoluto’ Andrade.

Señalamientos esfumados por el exfiscal anticorrupción, Moreno, cofundador del ‘Cártel de la Toga’, ponencia del magistrado Luis Guillermo Salazar -14 de marzo/2018-, confirmada por la ‘ciega y muda’ CSJ, que ordenó archivarla, por “no encontrar méritos para seguir la investigación”, aunque -en guarda de las apariencias-, “compulsó copias por un probable incremento patrimonial injustificado, por 159 millones”, (informe policial -29 de febrero/2012-)”.

‘Justificada” gratitud, con el pecaminosamente nombrado Embajador en la OEA, por quien juró encumbrar el ejercicio político; depurar moralmente su funcionamiento, impidiendo la promiscua injerencia e intermediación de astutos como el que me ocupa. Ejercicio público por él desfigurado, mediante artificiosas, complacientes interpretaciones curialescas; propias del dañino ingenio, Ordóñez-Andrade, expertos en evadir la ley, bajo el colonial principio: “La ley se obedece pero no se cumple”. Así de sencillo.

‘Pulcritud’ que en su caso traduce, cohecho, dádivas, expoliación, fraude, malversación, peculado, soborno, CVY; delitos que, en el pasado, los evitaba el saludable y reverencial temor, de ser puestos -sus responsables- en la picota pública, por el implacable y severo índice vindicatorio, de Laureano, Alzate, de tantos otros. ¡O tempora, o mores!

Por falta de espacio, dejo para mañana, referirme el editorial ‘INCOMPATIBILIDADES’, de Alzate, (‘Diario Colombia’, septiembre 26/1952):

El interés privado y el incentivo de la ganancia se trepan y prevalecen sobre el bien común y el interés público. La dádiva, la comisión clandestina, la participación de utilidades, los gastos secretos de las grandes empresas para fines de soborno, se convierten en hábitos mercantiles, en un sistema generalizado y apenas oculto de alcanzar un congruo provecho financiero”. Continúa.

Bogotá, D. C. octubre de 2018

http://articulosmarioariasgomez.blogspot.com.co/30

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