No hay hecho más repudiable que desearle la muerte a otro ser humano y más si proviene de un periodista, que supuestamente debería ser imparcial en sus opiniones y peor aún, si los comentarios surgen de una mujer, el ser más sensible que ha dado la naturaleza, quien le dá la vida a la humanidad.
Desafortunadamente, ese es el estilo de la twittera santista Catherine Juvinao Clavijo, quien días después del cruel ataque contra el intelectual y periodista Fernando Londoño Hoyos, salió a lamentarse porque el dirigente uribista no había muerto en el atentado que le hicieron las Farc, utilizando a la delincuencia organizada.
El atentado fue ejecutado con una bomba lapa, que le pegaron en el vidrio de la camioneta blindada de Londoño, en la Calle 74 con Avenida Caracas de Bogotá, el 15 de mayo de 2012 a las 11:15 de la mañana. El acto terrorista dejó unos 54 heridos y lo más lamentable el asesinato de los dos escoltas de la Policía, Rosenberg Burbano y José Ricardo Rodríguez, quienes estaban al servicio de este exministro del Interior durante la gestión del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
La activista Juvinao escribió textualmente ese 24 de mayo de 2012, un trino que decía: «El cínico de Londoño Invercolsa sobrevive a atentado pero le preocupa es su Rolex. Esa bombita se perdió».
Juvinao, cruel y sin el más mínimo reparo, se lamenta que Londoño no murió en el atentado y por eso, para ella, la bomba se perdió y no muestra ninguna clase de respeto ante el crimen de los escoltas Burbano y Rodríguez.
Este nefasto twitter solo sale a relucir ahora, en este febrero del 2020, en esa red social, junto con otros del mismo corte, en los cuales Juvinao expresa toda su furia contra las personas que no son adeptas al expresidente Juan Manuel Santos y a la ideología izquierdista, que ella profesa.
Juvinao se hizo célebre por denunciar a algunos congresistas que supuestamente no iban a trabajar (aunque todos la han desmentido, basados en el propio reglamento del Parlamento) y por su militancia socialista, lo que la llevó a trabajar como periodista en Caracol Radio, prestigiosa empresa en la que fue fulminantemente despedida por su radicalismo, su posición intransigente y sesgada contra algunos políticos que considera sus opositores y porque su prometido resultó envuelto en el escándalo de corrupción de Odebrecht.
El odio de Juvinao y otros activistas socialistas contra sus semejantes por pensar diferente a ellos es tal que llega al punto de desearles la muerte o quejarse porque aquellos no fallecen. Sus debates nunca son de altura o respeto, ni proponiendo soluciones o uniones por el bien de la patria, son con burlas, saña, mala intención, maldad, mezquindad, bajeza, calumnias y mucho rencor.