Hernán Andrade: ‘Un exsenador sin grillete’ (IV)

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Hernán Andrade, actual Jefe del Partido Conservador, se hizo adjudicar cuando fue Presidente del Senado, durante el Gobierno de Santos, más de $60.000 millones en «Mermelada»  a través de alcaldes amigos que le dieron a dedo Contratos de obras de construcción para su hermano John Jairo Andrade… Así opera la corrupción. 

Por: mario arias gómez.

L

a mítica ‘Caja de Pandora’, como la voltereta de la Corte Suprema de Justicia, es venero inesperado de sorpresas, esta vez, figurativamente de venenosos reptiles, asociados al ‘Cartel de la Toga’, que justificó la acrobática pirueta en comento, con peregrinas elucidaciones, traídas de los cabellos, luego de investigar por cinco años, a Hernán Andrade Serrano, sobre el que profirió inicialmente (28 de agosto/2013), auto de resolución que solventó su situación jurídica, abriéndole investigación formal por ‘enriquecimiento ilícito’, ‘fraude procesal’ y ‘falsedad en documento privado’.

En septiembre del 2014, el cegatón magistrado, Luis Guillermo Salazar, de la Suprema, precluyó la investigación (ni acusado, ni absuelto), con el voto de ocho magistrados, lo que materializó la ‘voltereta’ referida. De calificar a Armando Cabrera Polanco (prestamista), de ser un desfalcador consumado, brincó a ser una persona de bien, decente, próspero comerciante, sin mácula, que “le prestó simplemente un dinero a Andrade”, originalmente estimado de ilegal por la procedencia, para terminar, siendo un santificado capital, de un honorable y acaudalado negociante, lo cual ‘per se’ no implicaba que fuera espurio.

Para deshacer la milagrosa coincidencia de aportantes de Andrade, que movieron millonarios recursos que no figuraron en los extractos, asintió el tribunal que, fruto de la inseguridad vivida en Neiva, era común que se guardara dinero debajo de la almohada, para evitar ser extorsionados por la guerrilla o delincuencia. Sobre las inconsistencias halladas en las cuentas presentadas al Consejo Nacional Electoral (CNE), precisó que estas “incluyeron información contraria a la evidente realidad de los donantes”, apreciación trasmutada en “incierta”.

La Corte, en síntesis, maquilló las pruebas, inobjetables, con farragosa e impostada retórica, encubriendo la escandalosa e inexplicable ‘voltereta’, que viabilizó el que Sala de Casación, ‘cerrara y precluyera’ en única instancia la investigación, luego de desechar escandalosamente, evidencias y propias pruebas, legalmente recaudadas, al aducir incoherencias. Por arte de birlibirloque, lo negro pasó a ser blanco, por lo que se pagó -según declaró el abogado Leonardo Pinilla Gómez (conocido como El Porcino)- una gruesa suma.

El poderoso Hernán Andrade

Para concluir, repaso la lucrativa actividad de Andrade. En 2015 empieza a lloverle  paralelamente contratos al descerebrado y oscuro hermano, John Jairo Andrade Serrano, con claro perfil de testaferro,  gracias a la insomne acción legislativa, primordialmente en el 2016, luego de maquinar con Efraín´Fincho’ Cepeda, la dirección del conservatismo, como del Senado, con frondosa burocracia, primordialmente, en el sector agricultura, que coparon y repartieron, en las que relucieron inéditos, inescrupulosos y jugosos cabildeos, en beneficio propio, eufemísticamente llamados gestión, que direccionó la mermelada, que en el caso Andrade, ejecutó exclusivamente su haragán hermano.

Lo prueba la sequía como contratista, que se remonta al 2007, en que le cayó un modesto contrato en Teruel, hasta que el flamante Senador, después de ocho años, logró la Presidencia del Senado, feliz momento en que empezaron a llover los contratos, con presupuesto de la nación, que irrigó en municipios huilenses, omnímodamente controlados por el apellido, Andrade Serrano, venido a más.

Los contratos de Andrade a través de su hermano

A finales del 2015, Pedro Hernán Suárez, alcalde de Neiva (Huila), le adjudicó un contrato por $5.627 millones, suscrito días antes de su retiro; luego, Rodrigo Lara Sánchez, también alcalde neivano -cuyo gran elector fue Hernán Andrade- lo adicionó -en 2016- cerca de $3mil millones. La inimaginable moñona fue total, al sumar más de $49.000 millones, extendida -por si faltara- a La Calera (Cund.), donde su alcaldesa-amiga, Ana Lucía Escobar, le otorgó a dedo, como de costumbre, único proponente, un mejoramiento de vías por $960 millones.

El contrato estrella, apareció en Acevedo-Huila -su fortín electoral-, por $14.229 millones, para pavimentar la vía, La Victoria-San Marcos. Recursos (léase mermelada) orientados por Andrade, hacia otra alcaldesa-amiga, Luzdey Artunduaga, quien corrió a adjudicarle, al único proponente, el irremplazable hermano. Para cubrir las apariencias, nombró como alcalde encargado, para el día de la adjudicación, al subalterno, secretario de Planeación, Armando Almario Torres.

Temeroso Andrade de perder la vaca lechera, próxima a las investigaciones de la CSJ -el que la debe la teme-, resolvió heredarle la curul a Esperanza su hermana.

A pesar de todas estas vagabunderías, de contar la CSJ con suficientes elementos probatorios, no ha sido capaz de poner tras las rejas al victimizado malandrín, que debió -hace tiempos- pedir perdón al país, por sus abusos, raterías, por los supuestos vínculos con la defraudación de Cajanal.

Tribunal al que le recuerdo, que la aparición de prueba sobreviniente, es una de las causales de procedencia de una eventual acción de revisión. Queda por escudriñar la temible certeza, de los posibles actos de corrupción en la desaparecida Dirección de Estupefacientes.

Bogotá, D. C. octubre de 2018

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Periodismo Investigativo


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