Con el visto bueno del Auditor Felipe Córdoba, el ex togado Ricaurte, vinculado con el detenido Fiscal Anticorrupción Moreno, gozó de jugosos contratos en esa entidad para escampar luego de su salida de la Corte Suprema. Un típico caso de malversación de los recursos del Estado ¿Favorecimiento, tráfíco de influencias?
El polémico ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Francisco Ricaurte Gómez, no contento con los grandes ingresos que le dejaba su sociedad con el detenido Fiscal Anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, se adueñó, nada menos, que la Auditoría General de la República, con el aval del jefe de esa entidad, Felipe Córdoba.
Moreno está detenido por pedirle un soborno al ex Gobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, investigado por corrupción en su departamento, con el fin de incidir positivamente en su proceso penal ante la Corte Suprema. Ricaurte salió a relucir en el escándalo de Moreno, porque Estados Unidos le entregó a la Fiscalía General de Colombia unas interceptaciones telefónicas en las cuales quedan al descubierto los estrechos nexos entre estos dos personajes y su posible participación en extorsiones a políticos procesados en la Suprema.
El exmagistrado Ricaurte tiene fama de ser un hombre con buenas influencias, que le gustan los grandes negocios, lo cual se nota en el caso de la Auditoría, donde consiguió dos contratos durante el 2016 y el 2017.
El primer negocio fue el No. 25 de 2016 por $66.000.000, firmado el 18 de febrero de ese año y durante 6 meses, para apoyar a la Oficina de Estudios Especiales de la Auditoría en la elaboración de un documento. Este es el Contrato 25 de Ricaurte:
El segundo negocio fue el No. 24 del 2017 por $90.000.000, firmado el 28 de febrero de ese año y durante 9 meses, con el fin de emitir conceptos jurídicos para el despacho de su amigo el Auditor Córdoba. Este es el Contrato 24 de Ricaurte.
Hay que preguntarle a la Auditoría si los objetos de los contratos se cumplieron o si se trató simplemente de corbatas, es decir la adjudicación de un dinero del Estado para que se lo ganara en forma fácil el ilustre exmagistrado Ricaurte.
El contrato de la exmagistrada Díaz
La Auditoría no solo era el botin de Ricaurte, sino también de sus socios, todo con la anuencia de la cabeza de la entidad, Felipe Córdoba.
Por eso, la exmagistrada y exPresidente de la Corte Suprema de Justicia, Luz Marina Díaz, también tuvo su contrato en la Auditoría para escampar.
Eso se podría llamar: ¿favorecimiento? ¿tráfico de influencias? Quien debe responder estos interrogantes es Córdoba.
El contrato de la exmagistrada Díaz es el No.13 de 2017 por $60.000.000, firmado el 13 de febrero de ese año y durante 6 meses, con el fin de asesorar jurídicamente a la Auditoría Delgada para la Vigilancia de la Gestión Fiscal. Este es el Contrato 13 de Ruth Marina Díaz.
Tanto Ricaurte como el detenido Luis Gustavo Moreno compartieron oficina de abogados en el norte de Bogotá con la también expresidenta de la Corte Ruth Marina Díaz, eso fue en el año 2015. Hay que aclarar que Díaz dice no es cercana a Moreno, pero sí lo es de Ricaurte. Su socio y a quien defiende a capa y espada. Por eso, no es coincidencia que ambos tuvieran contratos en la Auditoría, al parecer hasta los contratos compartían.
Recordemos que Córdoba, además, es gran amigo de Luis Gustavo Moreno, al punto que fue uno de los invitados de honor en el lanzamiento del libro de aquel sobre «los Falsos Testigos».
La Feria de Contratos de Felipe Córdoba en la Auditoría
En su paso por la Auditoría, Felipe Córdoba, de quien dicen, quiere ser el nuevo Contralor General de la República, realizó, solo en el 2016, un feria de contratos con los dineros del Estado.
Córdoba se dedicó a repartir contratos, según fuentes de la Auditoría, porque quería tener bien atendidos a algunos personajes vinculados a la Rama Judicial. Recordemos que este personaje pretendía que su esposa, Marcela Yepes, fuera la Directora de la Rama Judicial, que tiene un presupuesto de 4 billones de pesos, aproximadamente, pero no le fue bien. Estuvo entre las últimas calificadas por su falta de preparación o capacidad intelectual. Así que ese dinero que derrochó del Estado en la Auditoría, repartiendo negocios a los amigos, no funcionó. Ver nota en La Otra Cara. Eso también es un caso de corrupción que las autoridades competentes deben investigar.
Estas personas recibieron negocios en la Auditoría:
*El actual Ministro de Justicia, ENRIQUE GIL BOTERO, quien, a raíz del escándalo de los exmagistrados Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte por sus nexos con Luis Gustavo Moreno para extorsionar políticos (Ver nota AQUÍ), paradójicamente, acaba de decir que «hay que acabar con la corrupción».
*El senador FARUK URRUTIA JALILIE, lo cual resulta curioso porque es un uribista radical recibiendo contratos en el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.
*La polémica exdirectora del CTI de la Fiscalía, MARILÚ MÉNDEZ RADA, investigada y luego abuselta por presuntas irregularidades en la celebración de contratos con Fondelibertad, gran caso de corrupción en cabeza del cuestionado Harlan Henao.
*La cuestionada y popular exmagistrada de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura MARÍA MERCEDES LÓPEZ MORA. Vinculada a un caso de corrupción que destapó en su momento nuestro portal, el cual puede ver AQUÍ.
*El exRegistrador Nacional del Estado Civil, CARLOS ARIEL SÁNCHEZ TORRES, quien ahora tiene una empresa encuestadora.
*El exmagistrado y exPresidente del Consejo Superior de la Judicatura, WILSON RUIZ OREJUELA, hombre del Valle del Cauca.
Hay muchos contratistas más, que pasan como personas poco conocidas ante la opinión pública, pero seguramente tienen un interés específico para Felipe Córdoba. Pueden ver los listados completos de los negociados del 2016 en estos PDF: Contratación Auditoría Primer Trimestre 2016 y Contratación Auditoría Segundo Trimestre 2016. Se desconoce la feria de Contratos del 2017, pero puede ser más larga.
Córdoba, además, de tener entre sus buenos amigos a Luis Gustavo Moreno y a los exmagistrados Ricaurte y Díaz, es muy cercano al Contralor General Edgardo Maya Villazón y al exFiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, en cuya gestión laboró, luego de salir por la puerta de atrás de la Contraloría de Sandra Morelli y en Ente Investigador se convirtió en el testigo estrella de Montealegre contra Morelli. A raiz de eso, recibió como pago que su esposa Marcela Yepes fuera designada como Directora Administrativa y Financiera de la Fiscalía General, donde todavía reposa.
En esa lluvia de contratos hubo: ¿Favorecimiento? ¿tráfico de influencias?… El señor Córdoba, debe explicar.
Por Sixto Alfredo Pinto
Director de La Otra Cara