El periodista que forjó su nombre con más 600 columnas sobre Uribe y su entorno político, familiar o social. Un récord mundial.
Las redes sociales revolotearon cuando se supo que el reconocido periodista y empresario colombiano Daniel Coronel Castañeda fue despedido de la revista Semana, donde duró más de 15 años como columnista.
El mismo comunicador anunció, en su seguida cuenta de Twitter, que había sacado por la puerta de atrás de este importante medio de prensa y manifestó, indignado, que le avisaron por Whastapp, lo cual sí fue cierto.
Este fue el mensaje que recibió el polémico periodista.
Muchos se alegraron, algunos dijeron que era una gran pérdida, otros que era un valiente, varios que era censura y los medios que siempre lo apoyaron sacaron notas victimizándolo, como era era obvio, porque dizque había sido un caso sorprendente, una movida del grupo Gilinski, dueños de Semana, para acercarse al Gobierno en pro de la pauta oficial, etc., etc…
Reza en los diccionarios populares en línea, que cualquiera puede consultar en la Web, que Imparcialidad es la «Ausencia de inclinación en favor o en contra de una persona o cosa al obrar o al juzgar un asunto… La imparcialidad, en su concepto estricto, significa estar libre de prejuicios, es decir, abstraerse de consideraciones subjetivas y centrarse en la objetividad de un asunto, al realizar un juicio».
Pues han sido 15 años en los que Coronell no ha utilizado este mandato sobre la imparcialidad o la objetividad, que es casi obligatorio en el mundo del periodismo y la comunicación social, por el contrario sus columnas han sido sesgadas sobre un solo tema: Álvaro Uribe Vélez, el ex Presidente de Colombia.
Sus artículos en Semana siempre estuvieron enfocados en Uribe, sus hijos, su gobierno, sus funcionarios, sus amigos o cualquier tema que tuviera relacionado con el exmandatario, quien era y seguirá siendo su obsesión.
¿Dónde quedó la ética o la ideoneidad del periodista? En ningún lado, solo primó el odio y el rencón, no propios de un profesional.
Coronell marcó un récord mundial en Semana, pues publicó en sus largos años en dicha revista, una década y media, más de 600 columnas en torno a Uribe o el uribismo. Así se puede corroborar en la sección de «Autor» del propio medio de comunicación, mírenlo en este link: https://www.semana.com/autor/daniel-coronell/2.
Ningún periodista en el mundo ha ostentado esta marca, ni habrá quien lo haga, porque el tema riñe con la ética profesional y moral de cualquier escritor. ¿Dónde queda su imparcialidad o su pluralidad?
La búsqueda en Google también arroja datos sorprendentes, si se hace una pesquisa sencilla sobre temas relacionados con Columnas de Coronell – Alvaro Uribe. Hay cerca de 37.900 resultados, entre otras alternativas que tienen cifras más altas en esos resultados.
Inclusive, en las redes sociales, algunos hablan de más de 720 columnas de Coronell contra Uribe. Todo, bajo el apluso de sus miles de seguidores que son opositores de aquel expresidente. Miren..
Daniel Coronell, durante los últimos 3 gobiernos (incluyendo el de Uribe), escribió 728 columnas en contra de Uribe y nunca lo despidieron, pero escribió una hablando mal de Semana (su empleador) y a los dos días lo echaron. Así que piensa un poquito más antes de culpar a Uribe.
— Sofia (@sofiawithf) May 28, 2019
SEMANA TAMBIÉN SE LUCRÓ
¿Por qué Semana nunca le pidió pluralidad a su escribiente en este tema? La respuesta es que, al parecer, ese medio también se lucró durante años de las notas de Coronell para vender la revista, que tuvo grandes bajones de lectura y hasta corrieron rumores de su posible cierre por la falta de ingresos y credibilidad.
También, porque en la época del ex Presidente Juan Manuel Santos, Semana, manejada por Alejandro Santos, el sobrino de ese exmandatario, y Coronell se convirtieron en la punta de lanza dentro de los medios de comunicación nacionales para contrarrestar al opositor Uribe y a los suyos, lo cual fue bien remunerado con contatación oficial.
El mismo Coronell se jactó, en cierta oportunidad, de su inigualable marca, de su «imparcialidad», en su propia cuenta de Twitter, para ganar más seguidores, aprovechando el odio de los opositores de Uribe en esa red social.
Coronell diseñó una muy buena estrategia en torno a la imagen o la figura de Uribe, pues todos los domingos le sacaba una columna y sus seguidores se la replicaban y sus opositores lo atacaban, pero su nombre siempre estaba rodando en los medios y en la vida política del país… suene bien o suene mal, lo importante es que suene. Para algunos era el gran investigador y valiente columnista, dueño de la verdad, para otros, un caluminador, mentiroso y todo lo demás sobre su oscuro pasado con socios cuestionados. Lo importante era que semanalmente estaba de boca en boca.
Sin contar que ante la falta de noticias propias, los medios tradicionales (Radio, Prensa, TV) esperaban los temas que Coronell sacara contra Uribe para reproducirlos. No hay que pasar por alto, que este comunicador reforzó su plan utilizando sus propios medios semanalmente, como Noticias UNO y Univisión, canal estadounidense en el cual tiene el alto cargo de jefe periodístico y en el que recientemente publicó una Fake News sobre su apacionado tema. Así se formó su nombre. Aunque, con el posesionamiento de las redes sociales, las cosas le han cambiado un poco, porque sus detractores tienen ahora la forma de controvertirlo en la Web.
Es más, su libro «Recordar en Morir», es una recopilación de sus columnas contra Uribe y el uribismo. Cabe aclarar que algunas veces sus notas fueron refutadas o desmentidas, pero este periodista, fiel a su ego, nunca aceptó rectificar, a sumo alguna aclaración.
LOS CONTRATOS ESTATALES SIEMPRE APARECEN
No hay que dejar de contar que Coronell aprovechó la popularidad del Uribe durante su mandato (2002-2010) para llenar sus bolsillo, porque fue un gobiermo del que se lucró personalmente con contratos para su empresa de televisión NTC.
Como dijimos, el citado periodista también aprovechó, en forma superlativa, el odio que tenía el ex Presidente Juan Manuel Santos y su administración (2010-2018) contra Uribe, por oponerse a la paz con las Farc, y en esa gestión fue en la cual más contraatacó al exmandatario paisa convertido en Senador por su movimiento Centro Democrático. En la era santista, Coronell triplicó sus contratos estatales para NTC y hasta le dieron un Canal de TV, sin licitación.
Como colofón hay que decir: Le guste o no a él o a sus seguidores, Coronell forjó su nombre a costa de la popularidad, la imagen o el nombre de Álvaro Uribe y su entorno, sin él, su más acerrímo enemigo, no hubiese sido la figura polémica que es, en el mundo de la prensa nacional.
Ojo con la ortografía «apasionado»