Por: Eduardo Padilla Hernández, presidente de Redvigila.
El senador Julián Gallo, miembro de Comunes, el partido político que surgió del Acuerdo de Paz, en un discurso en el recinto del Congreso, envió su voz de aliento y solidaridad al pueblo del Catatumbo, víctima de la escalada de violencia que hoy golpea a las comunidades de esa región.
Su alocución fue un recordatorio de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) no nació en el gobierno del presidente Petro, sino que surgió en 1964, hace 61 años. Es un problema que pasó frente a 15 períodos presidenciales de gobiernos encabezados por presidentes de los partidos que hoy se declaran en oposición.
Esos mismos partidos, que han gobernado durante 58 de los 61 años del ELN, son las fuerzas políticas que hoy le hacen oposición al gobierno Petro. Julián Gallo cantó claro diciendo que durante esos períodos el Estado estuvo manoseado por intereses contrarios a la paz, un régimen político que logró perpetuarse durante muchas décadas, ayudado por la violencia.
«Por esta razón», dijo Gallo, «este es el momento propicio para analizar las responsabilidades del Estado. No hemos tenido paz en 206 años».
UNA FUERZA OSCURA INCITA A LOS COLOMBIANOS PARA QUE SE MATEN ENTRE SÍ
Después que terminó la guerra de independencia, el conflicto tuvo un extraño giro, porque entonces el pueblo se dividió y empezó a matarse entre sí por orden de los líderes de la oligarquía. Mientras el pueblo ha puesto los muertos, los autócratas que conciben la guerra no han sufrido ni un rasguño.
Cuando el pueblo decidió votar por la idea de un acuerdo nacional, los amantes de la guerra despreciaron esta oportunidad única en la historia de Colombia.
«El Acuerdo de paz que nosotros firmamos con el Estado colombiano», dijo Gallo, «no fue con Juan Manuel Santos, fue con el Estado. El propósito principal de ese Acuerdo quedó establecido que, por primera vez en la historia de nosotros como república, teníamos la posibilidad de construir un verdadero Estado nacional».
«Y ese concepto del Estado nacional», aseguró, «implica que por fin los colombianos tengamos un Estado que no solo tenga el control del territorio, sino que también tenga el control de la violencia, el control de la fuerza y de las armas, el control de la justicia y de la hacienda pública».
LOS PARTIDOS POLÍTICOS NO FUERON CAPACES DE CONSTRUIR EL ESTADO
Esa responsabilidad hay que colocarla sobre los hombros de los partidos que han gobernado durante esos 200 años, los cuales fueron incapaces de haber construido ese Estado, cuya posibilidad se abrió con el triunfo de las armas patriotas.
Con base en la historia, podemos y debemos hacer juicio a los distintos gobiernos, porque esos mismos partidos que gobernaron durante tantos años y que provocaron por décadas los estados de excepción, a través del estado de sitio, no lo hicieron para perseguir las estructuras armadas ilegales, sino para someter a lo que consideraron siempre el enemigo interno: la oposición política.
Cabalgaron sobre una doctrina de seguridad democrática totalmente ajena a nuestros propios intereses. Hoy en día, le reclaman al gobierno actual porque declaró el estado de conmoción interior, porque creen que no existe la memoria ni la historia.
Más de 30 años de estado de sitio permanente que solamente pudieron ser corregidos luego de la Constitución de 1991. Entonces, si vamos a hacer juicios de responsabilidades, coloquemos también sobre la mesa esas realidades.
Por eso también consideramos que, si se van a establecer responsabilidades y se quiere hacer un paralelo ante la violencia que se está viviendo hoy en la región del Catatumbo y en otras regiones del país, hay que hacer la diferenciación necesaria entre lo que se veía aquí antes de 2016 y lo que se está viviendo hoy