Homenaje a mi hermano Jorge Ernesto Sierra, «Tato», y a mi madre Jenny Cabarcas Cabarcas
IMAGINA…
Cuando llega el aniversario de aquel fatídico día miles de recuerdo viajan por mi mente, como queriendo salir y exigiendo ser parte de mi cotidianidad…
Imagina que un día, cualquier día; inclusive puede ser un día como hoy, que te levantas y sales a trabajar o a lo que sea. Qué tiene de especial un día más en una vida que está cargada de días, nada. Pero este se convirtió en el día que cambió mi vida para siempre…
Te levantas y agradeces a Dios por esa nueva oportunidad de seguir construyendo tus sueños, feliz porque junto a ti siempre está tu inseparable compañero de vida, aquel que conocía hasta tus detalles más íntimos y sin vergüenza se podían mirar a los ojos…
Aquel que lo único que te pedía era no hacer mucho ruido para que no le molestara su descanso… y bueno con esa energía y ese amor íntimo de una cueva de desordenados… sales y te encuentras de frente con el único ser que te ama incondicionalmente, te recibe con una sonrisa llena de paz y te transmite todo su amor en una sola expresión de su rostro… te inyecta el amor necesario para tener motivos para luchar, con solo sus expresiones bastaba para entender que ella por encima de lo que sea estará para apoyarte y acompañarte…
Imagina solo ese momento que seguramente lo disfrutas a diario sin valorarlo tal cual lo harías cuando supieras que no volverás a vivirlo… sales rumbo a la cotidianidad que te exige tu sueño, rumbo al encuentro con la necesaria tarea que moviliza tu vida; y sin percibir siquiera que ese sería un día distinto vas poco a poco estableciendo el orden de tus tareas…
Imagina que estás en medio de esa… tu cotidianidad… y te llaman a romperte la vida en dos… a decirte que el sueño feliz que estabas viviendo se acabó, que tu vida a partir de ese momento perdería el significado que tenía hasta ese día, que todo cambiaría, y que sin darte cuenta te tienes que enfrentar a lo que nunca te preparaste a enfrentar y pero aun sin la compañía de quienes te estimulaban a enfrentar la incertidumbre…
Imagina que te dicen que tu familia ha sido asesinada y que ese nido de amor del cual saliste muy temprano lo acaban de destruir… lo acaban de convertir en literalmente una carnicería humana… imagina que esa Mama que tanto amas y que darías todo por protegerla le dieron un golpe contundente en su rostro y que ella como pudo intento defenderse y pedir auxilio pero su voz solo fue escuchada por Dios, quien seguramente la llamó para cuidarla…
Imagina que ese hermano al que cuidabas hasta de las malas amistades lo cogieron a mansalva, acostado e indefenso y más de 19 veces lo hirieron en su cuerpo hasta no descansar, solo por intentar defender a su madre… Suena duro y cruel mi relato, pero no puedo hacer el ejercicio de ponerte a imaginar si no te acerco a la realidad… en eso consiste que un día logremos pensar y ponernos en el lugar de los otros para sentir un poco su propia historia…
Imagina que todo lo que construiste se vino abajo, que tus sueños se fueron al abismo y que al fin y al cabo te quedas hasta sin fuerza para reconstruirte y muco menos reconstruir lo que tenías, que aquel restaurante con el que soñaste toda tu vida, ahora tendría que ser no más que un recuerdo porque nunca mas volverías a entrar a ese espacio…
Imagina que junto a la tragedia se van una cantidad de cosas que se lleva muchísimo dolor a sus espaldas, todo se fue por un abismo y es tal el grado de dolor al que estas sometido que no te das cuenta que también se fue esa la cotidianidad a la que me refería al principio… se fue sin duda tu vida en un solo instante…
Imagina que el tiempo y la vida no se detienen, y aunque tu lo sientas diferente estas equivocado… aunque para ti la vida se ah detenido y te bloqueo por completo para el resto del mundo la vida continua… es más para todos los que tienen que ver contigo las vidas les continúan y no es su culpa ellos están en su propia «cotidianidad»…
Imagina que llegas a un punto donde solo te tienes a ti y con el alma destrozada y desnuda, miras a tu alrededor y ves la sombra de alguien que carga quizás tu mismo dolor y peor aun frustraciones que le acompañan…
Imagina que todo el mundo te ve como alguien que seguramente no podrá parase de ese nocaut que la vida implacable le dio.. pero sin duda miras las opciones y en realidad no tienes mas… los elementos que la misma vida te ha dado solo te permite seguir adelante y tratar de entender que por alguna razón Dios, te puso a vivir tal magnitud de atrocidad…
Si pudiste imaginar podrás entender un poco que el tiempo simplemente es un testigo que ve pasar la vida en frente pero no necesariamente es el determinador del futuro; por eso aún, 7 años después, los recuerdos siguen intactos y aún con un esfuerzo y una valentía que no me sonrojo al reconocerla he podido lograr reconstruir por lo menos parte de mi vida… Por eso cuando me leas, no lo hagas con los ojos críticos de porqué después de 7 años sigue con el mismo tema… o tampoco con ojos de lástima porque esa es la que menos me ayudó para continuar… simplemente IMAGINA…
Por Jorge Eliécer Sierra
3 de septiembre
Cartagena