Por: Eduardo Padilla Hernández.
Hace 5 años mi esposa y yo fuimos víctimas de un montaje por parte de algunos políticos y seudoperiodistas cordobeses que no investigan, sino que practican la tradicional modalidad del sicariato psicológico mediante el cual vulneran el honor de las personas por cualquier migaja.
Quizás lo hacen por la falta de profesionalismo o de oportunidades.
Estos sujetos son manipulados por la élite malévola.
Un 90 % de estos “comunicadores sociales” se vuelven encubridores de delitos porque están al servicio de los corruptos.
En el departamento de Córdoba ya hay varios corruptos presos y otros a punto de ser condenados.
Los medios guardan silencio después de haber causado el daño conspirado, pues son tan cínicos que, para investigar y publicar la verdad, cobran, y si no pagas el soborno, no divulgan la información.
A esta falta de ética periodística es a la que se refiere Juan Gossaín y otros autores.
Tania Otero Arroyo y su IPS Funtierra Rehabilitación han demostrado ante todos los organismos del Estado que ha sido víctima de un sistema de corrupción que la persiguió para mostrar falsos positivos.
Me gustaría tener un debate o rueda de prensa con los detractores que nunca han querido leer más de 20 argumentos de la Contraloría General, Procuraduría General, Supersalud SuperSociedades, Tribunal de Bogotá, Corte Suprema de Justicia y Corte Constitucional, como también, Consejo de Estado, todos a favor de una ciudadana honesta, como es Tania Otero, que practica los principios de publicidad y transparencia.
Respuesta de la Contraloría a Tania Otero…
En el debate ellos tendrían la oportunidad de ilustrar sus mentiras y acusaciones delante de mí para quitarles la máscara.
¿Por qué insisten en la mentira? ¿Acaso los periodistas atacan para que les ofrezcas dinero? ¿O es que funcionan como los políticos?
¿Esto ocurre por su mala situación económica o por el sistema en que han caído los políticos, algunos funcionarios judiciales y algunos periodistas?
Pero sobre todo a que hagamos un debate público sobre la corrupción en Córdoba, la cual acabó con la ética y la cordura.
Se requiere de un debate contra la corrupción, con pruebas, porque quien no sostenga su mentira, la memoria del debate servirá de prueba plena para su responsabilidad penal.
Se puede decir que la rehabilitación de los niños con enfermedades poco comunes (que eran tratados por Funtierra y otras IPS de Córdoba) fue truncada por la corrupción hostil.
La fórmula político-periodística de la corrupción destruyó una empresa humanitaria, y ahora pretende destruirnos a nosotros.
Pero a raíz de esta persecución, el Estado deberá reconocer muchos miles de millones cuando vengan las acciones de reparación.
Los invito a la seriedad en la información.
Vale más una persona con principios y valores, que una fortuna generada por la corrupción.
