«Cambio de la democracia»

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Por Bernardo Henao Jaramillo.

Dijo Platón “en la justicia y, en general, en la virtud política” todos los hombres participan y, por lo mismo, pueden opinar libremente sobre lo justo y lo injusto. Porque sin virtud política no se es hombre”. (Protágoras, 320c-323e). Jean Jaques Rousseau expresó “Las injurias son los argumentos de los que no tienen razón”; Garcilaso de la Vega expuso “Quien insulta pone de manifiesto que carece de argumentos” y Quevedo sentenció “el insulto es la razón del que razón no tiene”, reflexiones que se citan para manifestar que desde tiempos inmemoriales el improperio o agravio han tenido pésima acogida como razonamiento intelectual, y bajo ese mismo concepto el pueblo colombiano calificó el saboteo que la bancada del Pacto Histórico protagonizó al discurso del presidente Iván Duque en la instalación del Congreso de la República.

No vamos a tratar aquí del contenido del discurso presidencial como tampoco nos ocuparemos de las críticas, pero sí hay que denotar lo inaudito del contexto que por primera vez tuvo lugar en el Congreso de la República y de la total falta de coherencia del citado movimiento con su actuación, ya que entre sus propuestas se encuentran la inclusión, el reconocimiento real y efectivo de la democracia, la justicia, la dignidad y la no discriminación, empero, con su actuar no sólo contradijeron en forma absoluta ese proyecto sino que olvidaron el deber de realizar sus intervenciones de manera respetuosa, como se lo ordena la Ley 1828 de 2017, resultando responsables a la luz de lo previsto en el inciso 2º del artículo 133 de la Carta Política. Situación precedente que pone en evidencia su talante antidemocrático y agresivo, actitud que, al parecer, responde a su regla de conducta, resultando más execrable que fuera el decadente senador Iván Cepeda, curtido parlamentario, quien en franca anarquía vociferara hasta el punto de que el presidente del Senado debió advertirle que de no guardar la compostura llamaría a la seguridad del Congreso. ¿Será que esa es la forma que van a utilizar para llamar a la reconciliación nacional y lograr la paz que pregonan?

Curioso, por decir lo menos, que después del trato irrespetuoso y dictatorial de integrantes del Pacto Histórico, Iván Cepeda en su Twitter critique que el presidente Duque abandonó el recinto del Congreso «sin escuchar a la oposición”, con la algarabía y los gritos desaforados ya se había hecho oír.

Y para complementar el lamentable futuro de las mayorías del poder legislativo se tiene la designación del cuestionado Roy Barreras como nuevo presidente del Senado. Los petrovideos nos da una idea de lo que podemos esperar. Y en cuanto al discurso del ex Farc Julián Gallo o Carlos Antonio Lozada, como quiera que se llame, resulta increíble que haya podido ocurrir. Ver para creer. Un ex comandante de la guerrilla, responsable de múltiples crímenes horrendos por los cuales no ha pagado ni un día de cárcel ni ha indemnizado a ninguna víctima, omite recordar a los firmantes del denominado Acuerdo de Paz que retomaran las armas para cuestionar al presidente Duque a nombre de la oposición.

¿Cómo pudo escogerse a semejante vocero? Esto es muestra de un ánimo guerrerista y provocador. Y sea esta la oportunidad de mencionar aquí el fracaso de los acuerdos de la Habana. La tan anhelada paz no se consiguió. El país está hoy dividido, fracturado, amenazado. Las víctimas no han sido resarcidas y los victimarios se pasean por el Congreso de la República. Vaya resultado de tales acuerdos.

Por otra parte, son imprecisos los proyectos de ley que deben ser estudiados por el Congreso. Siempre será más difícil hacer o ejecutar que criticar. En esto último son experimentados los radicales de izquierda, pero ahora que deben trabajar no saben siquiera como hacerlo y se evidencia improvisación, reculada, cambios de posición, en definitiva, no han comenzado y ya se insinúa un futuro desorden y caos sin igual.  Frente a la reforma tributaria se dejó saber que aspiraban a 75 billones. Luego el asesor Ricardo Bonilla indicó que sería tan solo de 50 billones y ahora el ministro designado Ocampo deja conocer que serán 50 billones, pero en los cuatro años. Termina la reforma entonces en 12.5 billones por año o un poco más según una nueva posición que diera a conocer. La ministra de la Cultura designada propone un impuesto a los celulares y min salud a las bebidas. El director del impuestos designado dice que no habrá impuesto a las bebidas azucaradas y ahora el ministro Ocampo que si lo habrá. Vendrá también otro gravamen novedoso y perjudicial como es el denominado impuesto a las transacciones inmobiliarias, el que terminará por perjudicar a la construcción y de contera afectar a los más pobres.

También merece especial mención la reforma a la Procuraduría. Sabemos que esta iniciativa es una suerte de retaliación del presidente electo, quien no olvida la sanción que le impusiera tiempo atrás el entonces procurador Alejandro Ordoñez.  Durante la campaña presidencial tuvimos la oportunidad de escucharlo, incluso en debate, quejarse de la procuraduría y de la procuradora. Es claro que no quiere ni oposición, ni órganos de control. Esta clase de iniciativas deja conocer como pretende el nuevo gobernante amarrarse y atornillarse en el poder. Dado que los procesos de la procuraduría son una garantía para los ciudadanos, esta  «persecución» no parece razonable. Los procesos disciplinarios, en un país agobiado por la corrupción, deben fortalecerse, no desaparecer.

Qué decir del anunciado proyecto de ley para regular el uso de la hoja de coca, la amapola, los hongos y sus derivados, llamado «reforma institucional para la política de drogas». Esta propuesta, que incluye legalización, despenalización, descriminalización de coca, cocaína, amapola y marihuana borran en la práctica las líneas divisorias entre el concepto de plantas sagradas y el narcotráfico, el crimen organizado y los carteles de la droga. Esta es sin lugar a dudas la respuesta a las visitas que en campaña se hicieron a La Picota.

Se agrava el escenario, causando gran inquietud y preocupación, el anuncio del nuevo gobernante en punto a convocar a movilizaciones para respaldar sus reformas. En reunión con los directivos y congresistas del partido Alianza Verde señaló: “paralelo al trámite de las reformas en el Capitolio, debe haber una ciudadanía activa y movilizándose, acompañando esas reformas”. Significará la manera de sitiar, presionar al Congreso indebidamente para lograr sacar avante cuanta idea se le ocurra? Según, lo expresó, debe hacer ese llamado porque no cuenta con la mayoría requerida en el recién posesionado Congreso.

Alegra sí, que contrario a lo acontecido en el recinto de la democracia, el tradicional desfile de nuestra fiesta patria de la Independencia permitió a las FFMM y de Policía engalanar al país, y de contera recibir la espectacular manifestación espontánea de apoyo que le brindó la ciudadanía. El civismo y respeto fueron la principal característica. El mensaje es claro al gobernante entrante, el pueblo colombiano apoya y respalda a sus instituciones y en particular a sus Fuerzas Militares; en el video adjunto se aprecia la dimensión del histórico desfile patrio y el inmenso cariño de los ciudadanos expresado. De destacar la presentación de los héroes, los heridos y mutilados en combates, en defensa de nuestra gente y nuestras instituciones. Su presencia en el desfile no podría ser más diciente y valiosa.

Pildorita:  El presidente electo anunció la designación como ministro de Defensa del ex magistrado auxiliar Iván Velásquez de quien se conoce la clara animadversión que profesa a cierto sector político. Hace dos años cuestionó y señaló a los generales por supuestos actos de corrupción . El designado ministro cumplió un papel no solo cuestionable sino también evidentemente reprochable en Guatemala, donde fue declarado persona non grata y se le ordenó abandonar de inmediato el territorio guatemalteco. Esto no fue mencionado en el Twitter del presidente electo donde comunica el nombramiento. Es inquietante y preocupante para nuestras FFMM y de Policía este nombramiento el que puede muy bien interpretarse como gesto poco o nada conciliador, por no decir agresivo. Hoy,  por supuesto, más de una persona se preguntará qué pasará con la información clave y de seguridad nacional, ¿cuál futuro le espera?

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Bernardo Henao Jaramillo
Bernardo Henao Jaramillo

Abogado e investigador


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