Una vez mas se demuestra que la opinión publica y los medios de comunicación se mueven al ritmo del expresidente
Hace cerca de ocho años dejó de ser presidente, no maneja burocracia ni contratación estatal, no es monedita de oro para muchos, los medios de comunicación, en un alto porcentaje, destacan mas sus «defectos» que sus virtudes, pero a pesar de esto, sigue siendo el dirigente político mas importante e influyente del país.
El último sismo de opinión lo produjo hace pocas horas, lejos de Colombia, en Atenas, Grecia, durante la Cumbre Concordia, foro que reúne a líderes internacionales para el impulso de proyectos de desarrollo. Allí, como invitado de honor, ante un auditorio atento, expuso, en tres minutos, su versión de lo que es actualmente el país. Y eso bastó para desatar un terremoto dialéctico que tendría una intensidad de más de 10 grados en cualquier escala.
No importa lo lejos o cerca que Uribe esté de Colombia. Lo que diga siempre será mediatizado. Sus declaraciones en Grecia inmediatamente pusieron a trepidar al gobierno de Juan Manuel Santos, a través de Néstor Osorio, embajador en el Reino Unido, a sectores políticos y a periodistas gobiernistas que lo acusan de denigrar del país en el exterior.
Tal dependencia informativa sobre Uribe, la explicó claramente el dirigente industrial Fabio Echeverri Correa, al criticar el exceso mediático al que es expuesto el senador del Centro Democrático; “Es que Uribe logró castrar a los medios de comunicación desde el punto de vista de la creatividad…la totalidad de los noticieros en Colombia giran sobre que dijo Uribe, que dijeron de Uribe, para donde va Uribe, como se mueve Uribe, donde está Uribe…los tiene fregados…no son capaces de inventar otro tema ni de hablar de otra cosa…estamos enloquecidos y hartos de oír a todo el mundo hablando todo el día de una chismografía, toda alrededor del señor Presidente Uribe”, dijo refiriéndose a los medios, a políticos y a los generadores de opinión.
Lo del Expresidente Uribe es de destacar para bien o para mal, según las simpatías de sus receptores. Es un maestro de la comunicación política.
Edgar de Castro @edetor
