Por: Eduardo Padilla Hernández, abogado, presidente de Redvigila.
En estos días hemos venido hablando del comportamiento de los siriolibaneses que han usurpado espacios en la política del departamento de Córdoba.
Para nadie es un secreto, porque todos conocemos los alcances y el nivel de corrupción del exsenador y excandidato presidencial David Barguil Asís.
Igualmente, no pecamos de ignorancia acerca de los alcances del Senador Fabio Raúl Amín Saleme.
Este es un capítulo especial para estos dos personajes siniestros de la política en el departamento de Córdoba.
David es el gestor político de su prima Liliana Bitar y de su primo Nicolás Barguil.
Fabio Amín, indudablemente, es el jefe político natural, impulsor, defensor y protector del presunto corrupto Orlando Benítez Mora, exGobernador de Córdoba.
UN ASUNTO ESCABROSO
Hay un tema que nadie ha tenido la osadía de tocar en el departamento de Córdoba.
Se trata de los presuntos vínculos de Fabio Amín Saleme y David Barguil, con Agro Ingreso Seguro.
Solamente basta con visitar el corregimiento de La Doctrina y otras zonas rurales del municipio de Lorica, donde hay evidencias, de la época de Uribito (Andrés Felipe Arias), del papel que jugó David Barguil, desde la Comisión Tercera del Senado, por lo cual aún alardea diciendo que él manejaba a los ministros de Hacienda de esa época.
Lo mismo ocurre con el Senador Fabio Amín, que, desde la Comisión Primera del Senado, cuando se toma unos tragos de whiskey, presume diciendo que él maneja a todos los presidentes que han pasado por la Casa de Nariño.
Eso puede ser cierto, porque de otra manera, ¿cómo se hubieran mantenido en el podio de la política, si no son personas destacadas en ningún campo intelectual y ni siquiera político, pues no han hecho nada por nuestra patria.
Pero Fabio y David deben decirle a Colombia, ¿por qué en la actualidad andan cobrándole dinero a algunos campesinos y dueños de fincas a los que ellos contribuyeron ayudando a que llegaran recursos de Agro Ingreso Seguro.
LA COMUNIDAD ACUDIÓ A LA VEEDURÍA
La información que llega a mí oficina, por ser un veedor ciudadano, es que tienen fastidiados y acosados por casi mil millones de pesos que les debe gente de la comunidad que ellos subsidiaron con dineros de Agro Ingreso Seguro (AIS).
Incluso existen presuntos documentos firmados que comprometen el cumplimiento de esos negocios de corrupción.
Yo quisiera que ellos me citaran a un debate público para tener la oportunidad de decirles lo que sé del tema de las fincas en La Doctrina, donde ellos están cobrando y presionando en todas las formas a la gente de esa comunidad, para recuperar un dinero de corrupción.
Insto a la comunidad vecina de la Doctrina para que no se les olvide quiénes son estos personajes, que ya han sido denunciados ante la Corte por otros hechos, pero también deben explicarle al país cuál fue su papel en favor de los campesinos en el tema de Agro Ingresos Seguros.
LA ÉLITE SE QUEDÓ CON LA PLATA DE LOS CAMPESINOS
Recordemos que Agro Ingreso Seguro fue una línea de crédito FINAGRO o del gobierno colombiano para entregar préstamos con bajas tasas de interés con destino a desarrollos agropecuarios para favorecer a agricultores colombianos, substituido por Desarrollo Rural con Equidad (DRE) luego de estallar un escándalo por corrupción alrededor de AIS.
El programa fue diseñado e implementado por el entonces Ministerio de Agricultura, al mando de Andrés Felipe Arias, bajo la presidencia de Álvaro Uribe.
La Procuraduría encontró irregularidades relacionadas con la contratación sin los debidos estudios, irregularidades en los métodos de contratación, actos de corrupción, beneficios indebidos a algunas familias terratenientes (entre ellas Válery Domínguez, una famosa actriz, a quien le prestaron 300 millones de pesos), falta de supervisión de los programas, detrimento del erario y aumento indebido de los recursos destinados al programa de gobierno.
CRÉDITO ESTATAL ACTUALIZADO
Esta línea de crédito en la actualidad se llama Línea Especial de Crédito (LEC), es otorgado con la intermediación de la banca oficial y privada, con tasas bajas y plazos de acuerdo al proyecto.
¿Pero, entonces, porqué Fabio Amín y David Barguil, están usurpando la línea de crédito, prestando y cobrándoles a los campesinos como si ellos fueron dos bancos?
Las comunidades campesinas no denuncian, ¿será que temen por sus vidas?