La entidad reporta que miles de personas han sido desplazadas en el Catatumbo. La violencia ha forzado a comunidades enteras, incluidas poblaciones indígenas, a huir de municipios como Tibú, Ocaña y Cúcuta, intensificando la crisis humanitaria en la región.
La Defensoría del Pueblo confirmó que más de 60 personas han perdido la vida de manera violenta en la región del Catatumbo (Norte de Santander), específicamente en los municipios de Convención, Ábrego, Teorama, El Tarra, Hacarí y Tibú.Entre las víctimas se encuentran siete firmantes del Acuerdo de Paz y Carmelo Guerrero, líder de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (ASUNCAT).
La situación de orden público ha generado confinamientos en varias zonas, y aunque algunas personas fueron rescatadas o lograron salir en caravanas terrestres, motorizadas o fluviales, se reporta que un número significativo de ellas sigue atrapado.
Según la entidad, “muchos de los afectados continúan huyendo y refugiándose en las montañas”, aludiendo a que enfrentan amenazas constantes, especialmente por parte del movimiento guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En la zona hay enfrentamientos constantes entre el ELN, que ha mantenido el dominio durante años en el región, y grupos de las disidencias de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombias (Farc) por el control de las rutas y el jugoso negocio del narcotráfico. Además operan bandas de paramilitares, carteles del narcos y la delincuencia organizada que tienen los mismos intereses en el tema de la droga.
La crisis humanitaria alcanza también a pueblos indígenas: la Asociación de Comunidades y Caciques del Pueblo Yukpa de Norte de Santander (YUKPAOJETAW) informó sobre desplazamientos o riesgo de desplazamiento en diversas comunidades. Entre ellas, la Yukpa Tayaya (126 personas), el Centro Piloto Karacha en Tibú (180 personas, con un primer grupo de cinco que ya cruzó hacia Venezuela) y las comunidades Ucha Petajpo y Manüracha en Cúcuta (325 personas).
Violencia generó desplazamientos masivos hacia Cúcuta
Sobre los desplazamientos masivos por la violencia en la zona, se sabe se registra la llegada de cientos de familias a Cúcuta, donde se adelanta un censo en el Palacio Municipal, y cerca de 850 familias arribaron a Ocaña, albergadas en un coliseo local.
Por su parte, en Tibú se habla de la llegada de 2.500 personas procedentes de zonas rurales, con familias que abandonaron la vereda La Gabarra por vía fluvial. En Ábrego, 37 familias se han visto obligadas a salir de sus hogares, mientras que en El Tarra permanecen 68 personas en un albergue temporal.La comunidad indígena Bari Irocobingkayra también se desplazó hacia el resguardo Catalaura, en La Gabarra, como medida preventiva.
Autoridades diplomáticas colombianas reportaron el ingreso de al menos 60 personas a la región de Zulia, en Venezuela, huyendo de la violencia.
La Defensoría del Pueblo precisó que estos datos podrían variar conforme avancen las verificaciones en el terreno.
Ola de secuestros extorsivos
La entidad aambién informó sobre secuestros que agravan la crisis. Tres firmantes de paz han sido retenidos en Convención y Teorama. Además, se recibió noticia del secuestro de 20 personas (10 mujeres) el pasado jueves, de las cuales 17 seguirían en cautiverio.
A esto se suman 12 secuestros con fines extorsivos, evidenciando un panorama complejo y peligroso para las comunidades locales, en el que niños, niñas y personas con condiciones especiales de protección se ven particularmente vulnerables.
Ante esta situación, la Defensoría del Pueblo exhorta a las autoridades locales y al Gobierno nacional a “garantizar la atención humanitaria integral de las personas victimizadas” y pide a los grupos armados, principalmente al ELN, “permitir el acceso a la ayuda y cesar todo ataque contra la población civil”.
El objetivo es salvaguardar la vida y los derechos humanos de quienes se encuentran en mayor riesgo,evitando que la crisis humanitaria y de seguridad continúe escalando en la región del Catatumbo.
