El clan de los Gnecco disfruta de los dineros del Estado en la Costa y en Bogotá

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José Amiro Gnecco Martínez, esposo de una celebre presentadora, recibió millonarios contratos de dineros públicos que sirvieron para su hogar, paradójicamente durante la administración del Alcalde de Btá Gustavo Petro, aunque este vocifera su odio por la familia Gnecco a la que tilda de mafiosos y «Paracos».  

En el departamento del Cesar, la reconocida familia Gnecco, provenientes de La Guajira, lleva décadas en el poder manejando la política regional y obviamente viviendo de los dineros del Estado. Porque cuando no ponen como Gobernador o Alcalde de Valledupar a uno de los miembros del Clan, colocan, con su gran poder económico y su maquinaria electoral, a un «títere» o ficha clave que les responde directamente a ellos. Así lo dice todo el mundo en la capital mundial del Vallenato y así es en la realidad.

Esta familia está encabezada por los hermanos Lucas, Cielo, Jorge, Nélson y Pepe Gnecco Cerchar.

Según versiones periodísticas recogidas en la Costa, especialmente La Guajira, Cesar y Magdalena, los Gnecco Cerchar comenzaron su jugosa fortuna con la bonanza marimbera y el contrabando de whisky y carros robados desde Venezuela.

Además, controlaron el transporte de carbón desde el Cesar hacia Santa Marta y La Guajira, utilizando una flota de 150 camiones y un batallón de escoltas armados. Allegado al citado Clan cuentan que Jorge, » el cerebro de los Gnecco», utilizó las rutas de los carros escoltados, que llegaban a los puertos marítimos del Magdalena y La Guajira, para ponerlas al servicio del narcotráfico, que le pagaba un buen dividendo por su uso.

Los jefes de los paramilitares en la Costa, Salvatore Mancuso y Rodrigo Tovar, alias «Jorge 40», siempre señalaron al fallecido Jorge Gnecco como el promotor de la llegada de las Autodefensas al Cesar y La Guajira.

Es más, a «Jorge 40» le decomisaron un diario en la cárcel llamado «Mi vida como Autodefensa», en el cual se relata que Jorge Gnecco fue clave para las AUC en el Cesar: prestó fincas, aportó salvoconductos de porte de armas y arropó a muchos en su Convivir, fundada en 1996, cuando 40 y Mancuso cometieron sus primeras masacres.

Se dice que cuando los Gnecco Cerchar se asentaron en el departamento del Cesar, aprovecharon la crisis del algodón, que implicó la quiebra de importantes familias como los Araújo, los Pupo o los Castro, quienes dominaban el panorama político, para financiar con su inmenso caudal de dinero las campañas electorales. Fue así como se ganaron la lealtad y el respeto de los antiguos dirigentes y de los nuevos aspirantes, que quedaron bajo su mando.

Atrás quedaron las época de los negocios ilícitos, hoy los Gnecco son el grupo político más respetado o poderoso de la región y uno de los más fuertes económicamente. Ahora su principal fuente de ingresos son los dineros del Estado. Lo cual limpió todo vestigo del pasado. En la zona dicen que se les miden a cualquier clase de contratación pública.

JOSÉ AMIRO GNECCO, UN «ENMERMELADO MÁS»

En Bogotá, uno de los miembros de estos Gnecco no es ajeno a su tradición familiar y mantiene vivo su apego por los recursos del Estado. Se trata del médico José Amiro Gnecco Martínez, hijo del otrora gobernador cesarense Lucas Gnecco Cerchar.

José Amiro, casado con una famosa y polémica presentadora de noticias en televisión, contrató con el Estado, en forma directa, a dedo, más de 670 millones de pesos, aunque el investigador del Twitter @juliodenuncia1 sostiene que fueron «$1.127.000.000 con Adiciones».

Sus negocios hasta ahora conocidos en el SECOP (Sistema Electrónico de Contratación Pública) son con la E.S.E. (Empresas Sociales del Estado) Hospital La Victoria III Nivel de Bogotá y su objeto es «prestación de servicios médicos especializados en Oftalmología…».

A Gnecco le dieron los contratos No. 77-13 del 4 de febrero del 2013 (también identificado como OPS-775-12); No. J-003-14 del 30 de enero del 2014 y No. OPS-J008-15 del 5 de febrero del 2015. Más las adicciones al contrato OPS-775-12. Todos provienen de dineros públicos recaudados con los impuestos de los bogotanos.

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Fue así como José Amiro también disfrutó de las mieles de los recursos del Estado, que al final llegaron a su hogar. «Es un enmermelado más», dicen al respecto los opositores políticos de los Gnecco.

Se comenta que los Gnecco son una familia vinculada a la extrema derecha, por su pasado en el Cesar y La Guajira, además, este clan político nunca ha apoyado a un candidato de la izquierda. Sin embargo, paradójicamente, los contratos de José Amiro en la capital se dieron durante la Alcaldía de Bogotá de Gustavo Petro Urrego, entre 2012 y 2015, reconocido por ser un socialista radical, crítico a rabiar de ese grupo familiar.

Recordemos que Petro siempre ha dicho que los Gnecco representan las «mafias» del poder y los señala de ser «paracos». Al punto de promover con sus seguidores, en sus poderosas redes de Twitter, la famosa tendencia , en la cual se van lanza en ristre contra esa familia costeña.

Como si fuera poco, recordemos que José Amiro fue secuestrado en el pasado por la guerrilla, al ser integrante de una familia que supuestamente apoyaba a los «paras».

Surge una pregunta: ¿Si Petro vocifera públicamente su odio contra el Clan Gnecco, por qué en su administración le otorgaron esos jugosos negocios a José Amiro, un importante vástago de esa famili y esposo de la celebre presentadora, dineros públicos que sirvieron para mantener ese hogar?…

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La Otra Cara es un portal de periodismo independiente cuyo objetivo es investigar, denunciar e informar de manera equitativa, analítica, con pruebas y en primicia, toda clase de temas ocultos de interés nacional. Dirigida por Sixto Alfredo Pinto.


2 comentarios

  1. Buen artículo. Lo que muestra es lo vulnerables que son los recursos del estado, sin importar quien esté gobernando.

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