Canciller Luis Gilberto Murillo firmó en San Basilio de Palenque (Bolívar) la Resolución para el concurso de ingreso a la carrera diplomática y consular 2026, y garantiza hasta 40 cupos para igual cantidad de aspirantes de más de 65 lenguas de origen colombiano.
Desde San Basilio de Palenque (Bolívar), primer territorio libre de América que encarna la rica herencia de libertad y resistencia de la comunidad afrodescendiente en Colombia, el Canciller de la República, Luis Gilberto Murillo, firmó la Resolución mediante la cual se convoca al Concurso de Ingreso a la Carrera Diplomática y Consular para el año 2026 en un proceso de meritocracia que ofrece posibilidades a las diversas etnias en nuestro país para acceder a la carrera diplomática.
El Gobierno del Presidente Gustavo Petro Urrego tendrá en cuenta las 65 lenguas de origen en Colombia, hecho que destacó el Ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, quien dijo que está resolución implementa un concurso más inclusivo y cercano a todo el territorio nacional, al involucrar no solamente a los 32 Departamentos del país sino, además, cuatro consulados de Colombia en el exterior (Madrid, España; Miami y Nueva York, Estados Unidos; y Esmeraldas, Ecuador).
De esta manera, se permitirá una mayor participación de quienes se encuentren en el exterior.
«Este es un esquema de acción afirmativa para que la diplomacia tenga una mayor participación, no solamente de los pueblos étnicos y sus culturas en el país, sino de las regiones, de las provincias, de los grupos sociales y económicos que no han sido privilegiados», sostuvo el Canciller.
Agregó que con esto se busca plasmar la garantía constitucional de la igualdad en el acceso a las oportunidades.
Al referirse a la inclusión de nuevas lenguas, entre ellas las propias de Colombia, como tercera lengua dentro del concurso, el alto funcionario señaló que «el país tiene que modernizar su carrera diplomática más allá de lo eurocéntrico, tiene que ser una política exterior independiente, que Colombia se convierta en un país que sea un poder intermedio y que se relacione realmente con todo el mundo».