Conexión Ferroviaria en Colombia: Más que un Capricho Gubernamental, una Necesidad del Estado

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Por Eduardo Padilla Hernández, experto en derecho ambiental.

Algunas de las propuestas del gobierno del Presidente Gustavo Petro han causado revuelo por parecer irrealizables e, incluso, innecesarias. Tal es el caso del proyecto de interconexión entre la Región Metropolitana de Bogotá – Cundinamarca y el Corredor Férreo Central para llegar a los puertos del Caribe. Así, ensimismados en una infraestructura que no ha evolucionado al mismo ritmo de la economía nacional e internacional, se cree que la meta propuesta es tan solo una ilusión y un capricho del mandatario.

No obstante, adentrándose en la realidad de otros países que tienen una gran visión geoestratégica y geoeconómica, es evidente cómo los países que hoy protagonizan las dinámicas del sistema internacional, no han escatimado esfuerzos para construir y reforzar su infraestructura. Tal es el caso de China, del gigante del extremo oriente que por décadas ha seguido un derrotero demarcado estratégicamente y que, desde 1978, fue catapultado por Den Xiaoping, permitiendo que sean reconocidos como una potencia de alcance mundial.

Por años, los estudiosos de las Relaciones Internacionales, el comercio internacional y la política global, no priorizaron el estudio de China como un actor relevante (Patiño, 2017). No obstante, el manejo de recursos públicos, inversiones y dinámicas de la economía privada, sumados a las grandes transformaciones de su red ferroviaria, por ejemplo, fueron la más excelsa muestra de las capacidades del país asiático, no solo para sortear la crisis financiera mundial del 2008, sino para mantenerse como el primer productor de bienes manufacturados en el planeta, así como para consolidarse como un contrapeso de importancia para la hegemonía estadounidense.

De este modo, sus espectaculares resultados en el comercio internacional obedecen a un pensamiento vanguardista, en el que fue primordial abrirse a establecer relaciones cordiales con los vecinos, de manera que la expansión de sus rutas no fuera vista como una amenaza, sino como una oportunidad para los países de la región. Así, apalancándose en su, ya de por sí impresionante, red ferroviaria compuesta por 125.000 kilómetros de ferrocarriles y casi 22.000 ferrocarriles de alta velocidad, se lanzó la iniciativa de construir la Nueva Ruta de la Seda China –One Belt, One Road- que a mediano plazo comprende tres rutas terrestres y dos marítimas:

La primera conecta, por una parte, a China con el Sudeste Asiático, el sur de Asia y el sur del Mediterráneo; la segunda conecta a China con Rusia y llega hasta el mar Báltico; la tercera atraviesa el centro de Asia y arriba a Venecia, Y las marítimas conectan a China con África y Europa a través del Canal de Suez (Patiño, 2017, p. 118).

Para ello ha tenido que adaptar las vías férreas como la que conecta a Beijing con Urumqi a través de la construcción, solo en el noreste, de 1.800 kilómetros para trenes de alta velocidad, disminuyendo el tiempo de desplazamiento de 41 horas a 16 (Patiño, 2017).

Si bien, comparar China con Colombia sería inaudito a nivel metodológico, es necesario que, en un mundo globalizado, interdependiente e interconectado como en el que vivimos en la actualidad, podamos abrir las ventanas y echar un vistazo a la manera en la que otros han logrado progresar. No es que tengamos las mismas aspiraciones geopolíticas, de hecho, la miopía tradicional en la política exterior colombiana evidencia que no existe tal brío, pero lo que si deberíamos tener claro, es el interés nacional básico de desarrollar una economía fuerte que garantice el bienestar de toda la población.

Al margen de la polarización política y de los fundamentos ideológicos de los modelos económicos, es cierto que, en el juego del comercio internacional actual, debemos apuntarle a tener las condiciones básicas para poder ser parte de la dinámica y no víctima de aquella. De este modo, la interconexión, la disminución de tiempos de desplazamiento, de costos de transporte y de seguridad y, la eficacia y eficiencia de los puertos, no corresponden a una idea voluntariosa, sino a una deuda histórica que tenemos con el aprovechamiento de una ubicación geográfica privilegiada.

En Colombia hay 3.316 kilómetros de vías férreas, de los cuales, según las últimas estadísticas a las que se pudieron tener acceso, solo se utilizan 299 kilómetros, es decir el 8%. Adicional, su trazo no interconecta centros productivos con puertos, lo que evidencia la falta de planeación y la improvisación constante de los gobiernos de las últimas décadas. Aunque el conflicto armado ha sido la excusa de la escasa inversión en infraestructura, educación, salud, etc., ya es bien sabido que la pobreza, la falta de oportunidades y la desconexión dentro de la geografía nacional, lo único que retroalimenta es un círculo vicioso en el que la población más vulnerable queda a merced de los Grupos Armados al margen de la ley y de la criminalidad que sigue menoscabando el tejido social.

Finalmente, se tiene que, para julio de 2023, 11 empresas mostraron su interés en hacer la consultoría para el diseño y los estudios de la nueva red ferroviaria que tardarían 12 meses para demostrar la viabilidad de los 1352 kilómetros que se pretenden priorizar entre los corredores La Dorada – Chiriguaná, Facatativá, Bogotá, – Belencito, La Caro – Zipaquirá, la Red Férrea del Pacífico y el del Valle de Aburrá. Este es el primer paso para transformar los territorios desde la productividad, esperemos que no suceda lo mismo que con el metro de Bogotá, en donde llevan décadas en la fase de estudios, sin lograr satisfacer una necesidad urgente. También, esperemos que los cambios de gobierno no afecten este proyecto y que, finalmente, el avance del país sea una cuestión de Estado y no del ego del mandatario de turno.

Referencias

Lancheros, K. (13 de Julio de 2023). Avanza el ambicioso proyecto ferroviario de Gustavo Petro para conectar Bogotá con el Caribe. Obtenido de Infobae: https://www.infobae.com/colombia/2023/07/13/avanza-el-ambicioso-proyecto-ferroviario-de-gustavo-petro-para-conectar-bogota-con-el-caribe/

Patiño, C. (2017). Imperios contra Estados. Debate.

Vega, J. (3 de Noviembre de 2017). Colombia tiene activos solo 299 kilómetros de vías férreas de 3.316 que hay en todo el país. Obtenido de La República: https://www.larepublica.co/infraestructura/colombia-tiene-activos-solo-299-kilometros-de-vias-ferreas-2565986

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Eduardo Padilla Hernández
Eduardo Padilla Hernández

Abogado, Columnista y Presidente Asored Nacional de Veedurías


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