Por: Eduardo Padilla Hernández, presidente Aso-Red de Veedurías.
Hacer un despliegue publicitario de magnas proporciones del proyecto Businú antes de elecciones, eso se presta para que el pueblo piense que en ese asunto hay propaganda política.
Si ese plan se hubiese ejecutado en la década de los años 50, cuando el río Sinú era navegable todavía; cuando a Montería llegaban lanchas como la Mavel, la Sansón, la General Córdoba, entre otras, procedentes de Cartagena; en aquel tiempo esa idea habría sido maravillosa por lo práctica, pues en esa época no había carreteras pavimentadas, sino que las vías terrestres eran unas trochas escabrosas.
Pero ahora ese proyecto es difícil que pueda funcionar, porque el caudal del río ya no es profundo, y en verano el cauce se convierte en playas; lo que significa que se trata de un trabajo efímero, por su situación transitoria.
Pero suponiendo que, por la novedad, al principio funcione bien, durante ese período las empresas de transporte terrestre van a sufrir graves problemas económicos.
Analizando las cosas, me parece que detrás de Businú se esconden dos personajes cuyos nombres no menciono en esta entrega, pero que presuntamente se trata de un senador y un candidato, los cuales están utilizando a Businú como campaña politiquera.
El equipo investigativo de Aso-Red está inquiriendo en diversas fuentes fidedignas, para poner en claro este asunto en la segunda parte; porque no es justo que un proyecto que sólo esté valorado en $5 mil millones de pesos, lo metan por $30 mil millones.
¿Acaso el resto ($25 millones) es para cubrir la campaña del supuesto candidato?
Amigo lector, por favor, hágase estas preguntas:
¿Quiénes están orquestando a Businú en el Gobierno Nacional? ¿Qué senadores de Córdoba están apoyando ese negocio de particulares?
El cuento de que Businú va a generar empleo; bueno si, pero esos empleados van a ser temporeros, porque cuando el caudal se seque, los trabajadores sufrirán la frustración que obtendrán como resultado de un suceso fallido o no exitoso.
Businú no es viable, porque el río se seca, se acaba todo y se pierden los $30 mil millones que serán invertidos en ese negocio, el cual tiene similitud con el puente de Chirajara, el de la autopista al Llano, que se desplomó antes de que los corruptos lo inauguraran.
Cuando ocurrió ese lamentable hecho, yo me imaginé a Dios diciendo: “Voy a destruir este puente, antes de que los injustos vengan a manifestar su soberbia”
Los administradores del Estado, en lugar de estar gastando fortunas en ciencia ficción, deberían apostarle en educación al sector agrario, invirtiéndole al campo, para que el departamento de Córdoba sea un emporio de desarrollo.
La falta de progreso agrario es la razón por la cual cada persona de la comunidad es manipulada en la práctica corrupta de la compra y venta de votos. $50 mil pesitos cada 4 años. ¿Por qué rayos esto tiene que ser así?
El hambre ha sido programada desde los escritorios burocráticos.
El pueblo ha sido empujado deliberadamente por los corruptos hacia la pobreza.
Ni el acalde ni el Gobernador prevén el engaño del cual va a ser víctima la ciudad de Montería con la superchería de Businú.
En el pasado, por miedo, necesitábamos la ceguera y debíamos permitir los errores de los gobernantes, para permanecer intactos en nosotros, mientras nos manteníamos con vida, pero los tiempos han cambiado; ya no podemos seguir en esa tónica del temor, porque ahora esgrimimos nuestro propio poder y dominio propio, pero con el amor que nos diferencia de la injusticia.
