Por David Alejandro Rosenthal.
Edmond de Rothschild dijo que para ser un Rothschild había que ser rico, judío, filántropo y banquero, además de tener una especial forma de vida. Su abuelo Amschel de Rothschild, ni fue ni rico ni banquero ni filántropo, solo era un judío del Gueto de Fráncfort, Fráncfort de meno. Escudo Rojo es lo que significa Roth-Schild en alemán. En la puerta de la casa de 5 niveles en el viejo barrio judío se hizo un nombre como contador Mayer Amschel Bauer (Rothschild) donde se consolidó como contador del príncipe más opulento alemán Guillermo II de Hesse-Kassel.
En Austria y Francia conocidos como Barones y en Reino Unido como Lores. Títulos otorgados por los Reyes en virtud de las labores prestadas a sus países, principalmente financiamiento. Las fiestas dadas en los Palacios y Castillos propiedad de los descendientes de Mayer Amschel fueron las mejores fiestas de la época y con los mejores invitados respectivamente. La familia Rothschild es de lejos la Familia más rica y poderosa del mundo de las finanzas desde el año 1776. La gran fortuna la consolidó Nathan Mayer Rothschild, cuándo se hizo con el banco central de Inglaterra, gracias a sus especulaciones y a cuestas de la caída de Napoleón Bonaparte, enemigo natural de los ingleses. Los Rothschild desde ese entonces empezaron a resonar en toda la sociedad de la época europea. Llegando a estar presentes en las capitales de mayor importancia en la época: Londres, París, Frankfurt, Viena y Nápoles (Reino de las dos Sicilias).
Salomón uno de los 5 hijos de Mayer Amschel y Gutele Schnappel, fue quien por medio del Príncipe Klemens von Metternich logró obtener baronías para sí mismo y sus hermanos bajo el reinado del último Emperador Habsburgo del Sacro Imperio Romano Germánico Francisco II y I de Austria. Barones del Imperio Astro-húngaro en 1816 y en 1902 en Inglaterra posteriormente, convertido Nathaniel, bisnieto de Mayer Amschel en Lord Rothschild por la Emperatriz Victoria. También propuso que el escudo de la banca tuviera 5 bastiones en analogía de las 5 filiales en las ciudades europeas antes nombradas. Salomón el encargado de la filial en Viena, Austria, James o Jacob en París, Nathan en Londres, Carl en Nápoles y finalmente en la originaria Fráncfort el primogénito Amschel Mayer. Todos con Mayer como segundo nombre y todos con Rothschild ya como su apellido, dejando atrás el común Bauer.
Hay muchos mitos, leyendas e historias sobre esta poderosa Familia. Llegaron a tener en sus propiedades aproximadamente 40 castillos a lo largo de Europa. “Waddesdon Manor” se dice que fue la primera casa en tener energía eléctrica. Además de recibir a todo el que se considerase importante en la época. “Le Goût Rothschild” es como se le llamó a la forma de decoración, inmobiliaria, paisajismo y demás de las propiedades de la familia y el “savoir vivre” y por ser sus miembros unos, bon vivants” también muy reconocidos por los vinos, que, de hecho, los de “Le Château Mouton y Le Château Laffitte Rothschild” son considerados como unos de los mejores del mundo.
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Para algunos esta familia de banqueros oculta en sus antiguas paredes, bibliotecas, alfombras, porcelanas y lámparas historias de todo tipo. Como que han estado dominando al mundo durante años por medio de sus bancos y demás empresas. En casos exageran, sin embargo, es verdad que fue un Rothschild el que financió la construcción del canal de Suez. Otro compró los primeros terrenos en Israel para sus correligionarios y otros financiaron países, coronas y al Vaticano mismo.
Su relación con la masonería y los illuminati es bastante natural. Al ser grupos donde converge el poder y la riqueza principalmente, como no va a estar un Rothschild allí. En la actualidad aún está familia sigue teniendo lo que ha tenido desde el Siglo XVIII: bancos e inversiones internacionales. El actual presidente de Francia, Emmanuel Macron fue agente en uno de sus bancos en París y el actual secretario de comercio americano Wilbur Ross. Además de haber sido bastante cercanos a la Familia Rockefeller, la más rica de Estados Unidos.
Rothschild es sinónimo de riqueza y poder claro está, pero también de filantropía, como lo dijo uno de sus principales hijos, el Barón Edmond. El lema de la Familia es: Concordia-Integridad-Industria. Hacen a su lema honor. Desde el Siglo XVIII hasta nuestros días, los valores han sido su principal fuente de vida. Evidentemente si no hubiese está valiosa importancia moral, la continuidad que han tenido no sería ninguna hoy. Los clientes de esta casa de banqueros, ratificaron su voluntad de seguir contratándolos. Desde los mismos reyes e incluso Emperadores, hasta industriales, políticos y representantes de Estados. La familia Rothschild ha tenido que ver seguramente en la historia moderna de todo el viejo continente, haciendo un papel de importancia en las relaciones económicas, políticas y respectivamente sociales y culturales.
Hoy en día siguen controlando diversos campos de la economía e industria, e indudablemente sus nombres hacen parte de clubes de polo, carreras de caballos, vinos y todo lo que a “socialite” y de “gotha” respecte.
