La Fundación para la Promoción y Defensa de los Derechos Colectivos (Funprodeco), en cabeza de su director ejecutivo, el ingeniero de petróleos y veedor minero-energético Hermann Gustavo Garrido Prada, advierte a la opinión pública y a las autoridades nacionales sobre un preocupante patrón que, de confirmarse, evidenciaría una estrategia de manipulación mediática y judicial con posibles intereses particulares detrás.
Como veeduría ciudadana del sector minero-energético, manifestamos nuestra profunda preocupación por el presunto uso distorsionado de mecanismos institucionales para debilitar la imagen de la Empresa Colombiana de Petróleo S.A. (Ecopetrol,) una de las empresas más importantes y estratégicas del país.
En días recientes se conoció que fue radicada una denuncia anónima ante la Fiscalía General de la Nación. Aunque respetamos y defendemos el derecho a denunciar, incluso de forma anónima, hacemos un llamado a que estos casos sean analizados con rigurosidad técnica y no se conviertan en instrumentos para desinformar o desviar la atención pública con cortinas de humo. Nos inquieta que, de manera casi simultánea, al parecer la información contenida en esa denuncia haya sido replicada a través de cadenas masivas de WhatsApp enviadas a trabajadores de Ecopetrol y periodistas, lo que sugiere una posible intención de generar presión mediática sin pruebas verificables.
Lo más llamativo es que esta narrativa se presenta en un tono que presuntamente busca victimizar al señor Luis Enrique Rojas, quien por supuesto tiene derecho a la presunción de inocencia, al debido proceso y a ejercer plenamente su defensa. Sin embargo, Rojas salió de la presidencia de Hocol en medio de un escándalo documentado que involucraba un millonario contrato de interventoría, adjudicado presuntamente sin los debidos soportes técnicos, y que habría beneficiado a contratistas cercanos a ciertos círculos de poder. Hasta la fecha, no se conocen avances de fondo por parte de las autoridades frente a esos hechos, lo que resulta inquietante si ahora se pretende reorientar la atención con información anónima y no verificada, justo cuando el país espera respuestas concretas sobre lo ocurrido en Hocol.
Desde Funprodeco reiteramos que cualquier denuncia debe investigarse con seriedad, sea anónima o no. Pero también exigimos que los entes de control no pierdan de vista los hechos que ya cuentan con sustento probatorio. No puede ser que, mientras se multiplican cadenas sin rostro, queden en el olvido los casos reales donde sí hay indicios claros de irregularidades.
Por ello, hacemos un llamado respetuoso pero firme a la Fiscalía General de la Nación, a la Procuraduría y a los órganos de control, para que actúen con independencia, prioricen la verdad y eviten que intereses privados utilicen la justicia como una herramienta de presión o distracción. Colombia necesita instituciones fuertes, investigaciones objetivas y un compromiso serio con la transparencia.
Esto dijo el veedor Hermann Gustavo Garrido…