Esta historia comienza cuando la empresa italiana Enel, pionera con la energía de viento, comenzó los proyectos eólicos en La Guajira con el aval del gobierno del presidente Iván Duque Márquez (2018-2022).
Con este medida se puede decir que el gobierno Duque con su entonces Ministro de Minas, Diego Mesa, fueron los pioneros en materializar la idea de las energías limpias en Colombia. Porque en el 2019 licitaron tres parques eólicos en La Guajira aprovechando los fuertes vientos de esa península caribeña.
Así un sueño que ilusionó a mucha gente en la región se acabó. Enel terminó saliendo de todos los proyectos con energía generada a través del viento y prefirió concentrarse única y exclusivamente en sus proyectos solares, los cuales incluyen los parques El Paso y La Loma (en el departamento del Cesar) y Fundación, en el Magdalena.
Los proyectos eólicos de La Guajira quedaron en el limbo, las comunidades indígenas sin nada y con Enel sin saber qué hacer con ellos, aunque existía una posibilidad de venderlos, lo cual sería una solución para poder recuperar una parte de la inversión.
Pues en este año 2025 surgió una salida que podría ser la solución para el tema. Resulta que la Empresa Colombiana de Petróleos S.A., la compañía más importante y poderosa económicamente del país, anunció que estaría dispuesta a comprar uno de esos tres parques eólicos que comenzó a construir Enel y dejó literalmente abandonados.
Ecopetrol, con su presidente Ricardo Roa, y bajo mandato del Presidente de la República Gustavo Petro Urrego, ya presentó una oferta formal por uno de los parques guajiros: el de Windpeshi.
Este proyecto en particular contará con una potencia instalada de 205 megavatios y con una extensión de más de 6 mil hectáreas. De acuerdo con cifras de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme).
El citado parque Enel lo alcanzó a dejar con un avance de apenas el 64%, por lo que de concretarse la operación a Ecopetrol le tocaría hacerse cargo del otro 36% y estaría listo para operar en el 2026.
Pero para que Windpeshi pase a manos de la petrolera estatal primero se necesitará la autorización de la Superintendencia de Industria y Comercio en cabeza de Cielo Rusinque, funcionaria leal al Gobierno del Cambio de Gustavo Petro.
Esta medida es una de las apuestas de Ecopetrol por meterse de lleno en la ola de las energías renovables como parte de la política de transición energética diseñada por el propio Mandatario Petro.
Aclaremos que en agosto del 2024, la petrolera presentó el proyecto «Movilización de la inversión en Energía Limpia», en el cual resaltan la importancia de integrar sus negocios en hidrocarburos con «soluciones basadas en la naturaleza». Y según una publicación del diario Portafolio la idea de la compañía es comprar 2.000 megavatios en proyectos de este tipo de energías en el país.
Además, las consultas previas con los Wayúu no serían un problemas porque estas comunidades se la llevan bien con la administración de Petro que les podría solucionar sus demandas para que ellos vivan mejor en su región.
El Gobierno del Cambio parece estar listo para domar el rebelde viento de la Alta Guajira y convertirlo en energía limpia y de paso darles una ayuda en los temas fundamentales a las comunidades indígenas.