“No es fácil este día. No estaba en mis cálculos, cuando uno trata de proyectar la vida –días y años anteriores–, que después de hacer denuncias tuviera que, a nombre del Estado, pedir perdón. Son las paradojas de la historia. Así es, el fluir de la historia”, manifestó el jefe de Estado al reconocer la responsabilidad del Estado colombiano en los asesinatos de 19 jóvenes residentes en el municipio cundinamarqués de Soacha y en Bogotá.
“Yo me permito pedirles perdón, madres. Ustedes son las madres de toda Colombia, ustedes son la madre patria, la sangre de sus hijos, ojalá, riega el surco de la Colombia hermosa que seremos mañana, del ejército poderoso que seremos mañana. No para matar, sino para vivir la vida hermosa que seremos mañana, la Colombia potencia mundial de la vida”.
Con estas palabras, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, reconoció la responsabilidad del Estado colombiano en los asesinatos de 19 jóvenes residentes en el municipio cundinamarqués de Soacha y en Bogotá, cometidos por miembros del Ejército Nacional entre los años 2004 y 2008, según consta en las decisiones judiciales que ordenaron efectuar un acto público de perdón y de responsabilidad por estos crímenes.
El acto se llevó a cabo en la Plaza de Bolívar de la capital del país y contó con la presencia del Ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, el Comandante del Ejército, el General Mauricio Ospina Gutiérrez, los familiares de las 19 víctimas, sus representantes, lo mismo que delegados de organizaciones nacionales de derechos humanos y de la comunidad internacional.
“No es fácil este día. No estaba en mis cálculos, cuando uno trata de proyectar la vida –días y años anteriores–, que después de hacer denuncias tuviera que, a nombre del Estado, pedir perdón. Son las paradojas de la historia. Así es, el fluir de la historia”, manifestó el Jefe de Estado en su intervención
El Presidente advirtió que al referirse a estos lamentables hechos “jamás vuelvan a hablar de falsos positivos, esa es una frase para esconder la verdad” y, refiriéndose a las fuerzas que intervinieron en estos crímenes, advirtió que “habría que examinar a fondo de dónde provenían y por qué”.
El acto de perdón fue ordenado en sucesivas sentencias de juzgados y tribunales administrativos, confirmados en última instancia por el Consejo de Estado, la máxima autoridad judicial administrativa del país, que también determinó la responsabilidad del Estado en los hechos.
El mandatario enfatizó que a las víctimas “las mataron por concentrar la riqueza, por quedarse con las tierras, aquí mataron por quedarse con el petróleo, aquí mataron por quedarse con las ganancias de la cocaína” y, agregó, “esa codicia y ese poder mataron a 6.402 jóvenes”.
“Que salga a relucir la verdad”
Petro se refirió a las madres de las víctimas como aquellas a quienes “quisieron silenciar, las madres a los que los de la codicia querían verlas silenciadas, que fueran un chiste, que se burlaran, transformaban las palabras para que la gente dijera no es que están locas, porque como si fuese normal y permitido que se pudiese matar la juventud en Colombia”
Según cifras reveladas en decisiones de la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), por lo menos 6.402 colombianas y colombianos fueron víctimas de muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate entre 2002 y 2008.
La JEP concluyó que el 66% de las víctimas se concentró en Antioquia, Meta, Caquetá, Cesar, Norte de Santander, Tolima, Huila, Casanare, La Guajira y Cauca.
Ante estas revelaciones judiciales, el Presidente Petro reiteró que “lo primero que tenemos que lograr es derrotar el ocultamiento, la oscuridad. Lo primero que tenemos que lograr es que salga a relucir la verdad”.
Esa verdad, indicó el Primer Mandatario, “creo que es fundamental. Y no es para vengarnos. Yo no siento en mi corazón la necesidad de ninguna venganza, ni histórica, ni racional, ni personal. No es. Es para reconstruir la sociedad sobre otras bases. Para reconstruir un Ejército sobre los valores de la democracia y la constitución”.
Petro se preguntó: “¿Cuál es el valor de la paz para la gente? Por eso hay una Constitución por ahí. Por eso hay la posibilidad de un Estado social de derecho. ¿Llevamos a la sociedad colombiana hacia la Constitución? ¿O llevamos a la sociedad colombiana hacia la barbarie? Creo que eso es lo que se está definiendo ahora”.
El Presdiente también se interrogó en “¿Cómo descubrimos la verdad? y ¿Cómo nos perdonamos y nos reconciliamos?” a lo que respondió: “Ese es el objetivo de este gobierno, no es otro. Yo no estoy aquí pensando en cómo perpetuarme en el poder. Me aburre el poder”.