Continúa la corrupción descarada de congresistas cordobeses.
Por: Sixto Alfredo Pinto, Director del portal La Otra Cara.
No es nuevo que los congresistas del departamento de Córdoba, cuando llegan al Congreso, en su mayoría, buscan ser miembros de la Comisión Tercera del Senado de la República o de la Cámara de Representantes. En efecto, los conocidos Wadith Alberto Manzur Imbett y Saray Robayo, hacen parte de esa Comisión Tercera Constitucional, también llamada de Hacienda y Crédito Público, maneja todo lo que tiene que ver con dineros, tributos o fiananzas en el país.
En el pasado, Erasmo Zuleta Bechara, actual Gobernador del departamento de Córdoba, también hizo parte de dicha Comisión, donde quizás hay un hada que, con su «varita mágica», tocó a Zuleta Bechara, porque cuando terminó su período en esa corporación había amasado una enorme fortuna.
En el Senado de la República, en la misma Comisión Tercera esa que se encarga de los temas de plata, está la cordobesa Liliana Esther Bitar Castilla, prima del «gladiador» de la corrupción en ese departamento, el exsenador David Barguil, quien ahora tiene múltiples problemas con la justicia, por eso ella continúa el legado de ese politiquero de Cereté (Córdoba) y quien estuvo en la mencionada Comisión Tercera cuando fue Representante a Cámara.
También son miembros de la Comisión Tercera otros congresistas que, de una u otra manera, están vinculados a la Comisión con delitos cometidos en la Unidad Nacional de Riesgo de Desastres (UNGRD).
Los politiqueros cordobeses colombo-libaneses le dan un mal ejemplo al país, porque hoy todos ellos están en el ojo del huracán.
El dinero que adquieren, mediante contratos y convenios que ellos persiguen como jauría hambrienta, no son para favorecer al pueblo, sino para llenar sus bolsillos sin límites.
La Corte Suprema de Justicia, en realidad de verdad, por primera vez debería investigar las cuentas privadas y los patrimonios de los actuales miembros y ex miembros de la Comisión Tercera, oriundos del departamento de Córdoba.
Desde esa dependencia del Senado, los corruptos manipulan al Ministro de Hacienda, para involucrarse en los créditos nacionales.
Luego se esconden en la urdimbre abstrusa económica que tiene que ver con las finanzas del Estado.
Durante muchos períodos legislativos nos han engañado, haciéndonos creer que ellos son miembros de la Comisión Tercera de Senado y Cámara, por ser estudiosos de la Hacienda Pública.
Pero ya un amplio sector del pueblo despertó y les quitó la máscara a esos villanos que sólo saben sumar, restar y robar.
Estos rufianes no son contadores, economistas ni expertos en hacienda pública. ¡No son nada de eso!
Ellos son facilitadores del “tape-tape”, del “miti-miti”, del “robe-robe” y del “cómo voy yo ahí” (esta última frase en Colombia se usa para indicar que la colaboración, el trabajo o las ideas se condicionan a cambio de algo que también se denomina coima).
¡Qué lástima que en el departamento de Córdoba existan políticos con esa condición inhumana!
¡Miserables ladrones que viven robando para satisfacer su codicia sin límites!
Esta situación no debe continuar. ¡El pueblo cordobés tiene que despertar!
La paradoja es que la mala conducta, la falencia política y jurídica de estos ladronzuelos de pueblo, paisanos míos, me han inspirado para escribir y publicar cientos artículos en contra de la corrupción que vive ese departamento costeño tan querido y mi país.
Afortunadamente en Colombia “la familia real” está perdiendo “average”. Ahora El Pueblo, El Soberano está empezando a ejercer su Gobierno.
Como consecuencia y corolario, la Justicia está alcanzando a los bribones, pícaros y granujas, que han generado tanto daño a Nuestra Amada República de Colombia, durante más de 200 años.
Cuando los “Verdaderos líderes” del Imperio de las Sombras, dijeron: “Divide y reinarás”, el pueblo ignorante de la época se dividió en bandos contrarios y los colombianos empezaron a matarse entre sí, pero los dirigentes de la oscuridad no sufrieron ni un rasguño.
En cambio, los paladines de la luz fueron cayendo uno detrás del otro, como Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro Leongómez, Bernardo Jaramillo Ossa, Jaime Garzón, Jaime Pardo Leal y Álvaro Gómez Hurtado, entre otros.
Este jarabe se lo doy a beber al pueblo para que se le active la memoria, para que recuerde que cada vez que recibe 100 mil pesos por su voto, está eligiendo a unos ladrones que van directo a las arcas del estado a robarles la salud, la educación, las obras, la felicidad y la paz, entre otras cosas.
Con estas vitaminas para la memoria, le recuerdo al pueblo que cada vez que vende su voto, está poniendo un cuchillo en su garganta y una pistola en su cabeza.
Pero lo que es peor, hermano mío, pueblo mío, ya la lucha no es contra sangre y carne, sino contra ideas absurdas que han ido acomodando en tu cabeza, de tal manera que tú crees que esa es la verdad.
Ahora la guerra contra el pueblo es con granadas de mentiras, de falacias y de infamia.
El objetivo es ponerte un velo en los ojos, para que tú creas que el saqueo, la destrucción y la muerte es lo constitucional.
LOS SOCIOS DE LA CORRUPCIÓN
En este argumento de pensamiento crítico hago una descripción de la situación de corrupción política en el departamento de Córdoba, Colombia, donde están involucrados algunos socios del gobernador Erasmo Zuleta Bechara.
Varios congresistas cordobeses han utilizado su posición en la Comisión Tercera del Senado y la Cámara para enriquecerse ilícitamente.
ALGUNOS DE LOS CASOS MENCIONADOS INCLUYEN:
–Wadith Manzur y Saray Robayo, miembros de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes.
–Erasmo Zuleta Bechara, gobernador de Córdoba y ex miembro de la Comisión Tercera.
–David Barguil, senador con múltiples problemas con la justicia.
–Liliana Bitar, prima de David Barguil y miembro de la Comisión Tercera.
Trascendió que estos políticos han utilizado su influencia para obtener contratos y convenios que benefician sus intereses personales, en lugar de servir al pueblo.
Recordemos que en el Corte Suprema de Justicia llamó a indagatoria recientemente a cinco congresistas y un exrepresentante a la Cámara por el caso de corrupción en la UNGRD, entre ellos, Wadith Manzur Imbett y Liliana Bitar. También están Juan Pablo Gallo Maya, Julián Peinado Ramírez, Karen Astrith Manrique Olarte y al exparlamentario Juan Diego Muñoz Cabrera.
La Suprema también citó a indagatoria por la corrupción en la UNGRD al expresidente de la Cámara de Representantes por Córdoba Andrés Calle y al expresidente del Senado, el barranquillero Iván Name, al igual que a su hija María Clara Name, concejal de Bogotá.
Además hay investigación preliminar contra el senador cordobés Julio Elías Chagüi Flórez por otro tema. Precisemos que Saray Robayo no ha sido vinculada a este caso de la Unidad de Gestión del Riesgo.
Pero la citada Corte Suprema debería investigar las cuentas privadas y los patrimonios de los miembros y ex miembros de la Comisión Tercera.
Urge que el pueblo cordobés despierte y reconozca la corrupción que ha pervivido durante demasiado tiempo en la política colombiana.
También hay que destacar la importancia de la justicia en la lucha contra la corrupción y la necesidad de proteger los derechos de la ciudadanía.