El ExGerente de la Federación de Cafeteros dejó más de $600mil millones embolatados y un lío con el Fondo del Café

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La increíble cifra se descubrió por un Auditoría de la Contraloría General y ahora Roberto Vélez debería responder por este espinoso caso.

Expertos auditores de la Contraloría General de la República buscan el rastro de los más de 133 millones de dólares (unos 600.000 millones de pesos) que los productores le pagaron a la Federación Nacional de Cafeteros por cuenta de una contribución a las ventas destinadas al consumo interno (en Colombia) de café.

La contribución de carácter parafiscal fue descontada por más de 16 millones de sacos de grano verde de 60 kilogramos. A diferencia de lo que ocurre con el café de exportación, el café que abastece el mercado colombiano no pasa por puerto y no deja una trazabilidad que permita saber a ciencia cierta si fue percibido por alguno de los eslabones de la cadena productiva.

El problema, según la Contraloría, tiene origen en la metodología para el cálculo del precio de referencia que incluye el descuento anticipado de la contribución cafetera y aplica, de manera indiscriminada, a la compra venta del producto para exportación y para el consumo local.

Los resultados de esa “primera aproximación”, como la denomina el informe de auditoría, muestran que no hay un sustento legal para que la contribución parafiscal sea aplicada a los productores que no exportan. Pero más allá de tecnicismos legales, lo fundamental es que los recursos recaudados durante los últimos 15 años no se han hecho visibles y podrían estar embolatados, afirma el portal Las2Orillas.

Por esa razón, el organismo de control anunció una indagación preliminar que permitirá establecer si hay o no evidencia de perjuicios fiscales, pues los parafiscales tienen carácter de recursos públicos. Gran parte de esa responsabilidad le correspondería a la administración del saliente gerente de la Federación de Cafeteros Roberto Vélez Vallejo, quien llegó al cargo en el 2015 y lo acaba de dejar por presión del nuevo gobierno del Presidente Gustavo Petro Urrego.

Crédito con el banco japonés Sumimoto

A pesar de la buena racha del precio del café, la situación de la Federación colombiana no es buena.

Ese no es el único problema que se advierte en los manejos financieros de la Federación de Cafeteros, aunque sí el primero que reflejará en un expediente de carácter fiscal. En medio de la coyuntura por la elección del próximo Presidente de la citada Federación, la Contraloría fija su atención en el destino de 40 millones de dólares (unos 200.000 millones de pesos) producto de un crédito gestionado para Fondo Nacional del Café.

El crédito fue contrato con el banco japonés Sumimoto a un término de tres años y una tasa de interés del 19 por ciento anual, bajo la modalidad de prefinanciación de exportaciones. Su propósito era financiar el capital de trabajo del Fondo Nacional del Café destinado a sostener operaciones de cobertura que se hicieron apremiantes cuando las cooperativas de caficultores se vieron rezagadas con la entrega del café para ventas de futuro.

La Contraloría he venido evaluando el mérito de quejas según las cuales la Federación habría puesto en riesgo millonarios recursos públicos con maniobras de especulación en la Bolsa de Nueva York. Allí en Fondo realiza operaciones de cobertura mediante un instrumento derivado que se denomina “contrato C”. Ese contrato, suscrito por los principales países productores, sirve de referencia para la fijación de precios internacionales.

La venta a futuro es un camino lleno de riesgos financieros, pues depende de las variaciones de la tasa de cambio, de las cotizaciones internacionales del café y de las variaciones de las tasas de interés. Los contratos hacen parte de los mecanismos de cobertura que sin embargo no han sido suficientes.

Los Auditores de la Contraloría General encontraron que, con corte a noviembre de 2021, la Federación, a través del fondo, mantuvo operaciones abiertas en la bolsa correspondientes a 1.611 contratos “C”. Los contratos vinculados a negocios de café a futuro, atrasados o pendientes de entrega equivalentes a 60.412.500 libras de café verde.

Como el atraso en las entregas de café han persistido, el Fondo del Café se ha visto enfrentado a una disyuntiva: comprar el grano incumplido a precios actuales o costear el cierre de las operaciones aún vigentes.

La Federación ha concertado con las cooperativas nuevos plazos de entrega, pero según la Contraloría si los incumplimientos persisten se verían expuestas a riesgos financieros que impactaría su patrimonio y continuidad operativa. De hecho, ya se han presentado casos como el de la Cooperativa Andes Ltda., que cayó en causal de liquidación administrativa y obligó a la Superintendencia de Economía Solidaria a iniciar un proceso en esa dirección.

Las cuentas no están claras para la Federación y su saliente gerente Roberto Vélez debe dar muchas explicaciones a la Contraloría.

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